junio 24, 2013
Un intento de eludir el debate democrático sobre las subvenciones pesqueras
En un momento en que las negociaciones sobre el Fondo Marítimo y de Pesca (FEMP) se acercan a un punto crucial en el Parlamento Europeo, hay informaciones de que Alain Cadec, el europarlamentario francés encargado del caso, trata de llegar a un acuerdo directamente con los Estados miembros y evitar un debate en detalle de todo el Parlamento sobre este tema tan importante.
Algunos de los acuerdos de compromiso que se están debatiendo en la Comisión de Pesca resultan muy preocupantes para Oceana. En concreto, uno de ellos propone reintroducir las subvenciones a la construcción de buques, lo que representaría un gran paso atrás, ya que estas se han ido eliminando tras la última reforma de la Política Pesquera Común en 2002.
Este tipo de subvenciones ha actuado claramente como incentivos a la sobrepesca al haber aumentado la capacidad de la flota europea, y ha fracasado por completo en resolver los problemas estructurales del sector. La enmienda propuesta pretende facilitar esta medida a buques de más de 35 años, pero la mayoría de ellos operan en el Mediterráneo, donde el 88% de los stocks evaluados sufren sobrepesca. Que los fondos puedan destinarse a construir nuevos buques en una zona donde los stocks están en tan mal estado es, claramente, una idea muy arriesgada.
Desde que entró en vigor el Tratado de Lisboa en diciembre de 2009, el Parlamento Europeo ha desempeñado un papel cada vez más importante en el proceso legislativo de la UE. Ahora puede co-legislar en igualdad con el Consejo sobre una amplia variedad de materias, incluidas las relativas a pesca. En un tema tan vital como los fondos destinados al sector pesquero en los próximos seis años, es crucial que haya un verdadero debate en el Parlamento Europeo en lugar de votar sí o no a un texto negociado entre el Consejo y Cadec.
No olvidemos tampoco que la UE se comprometió a eliminar las subvenciones que contribuyen a la sobrecapacidad y la sobrepesca tanto en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 (Johannesburgo) y en la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible de la ONU en 2012 (Río+20), como durante las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC. Esto significa que reintroducir las subvenciones para construir nuevos buques no solo dañaría seriamente el medio marino, sino que iría contra los compromisos adoptados por la UE en el plano internacional.
El dinero del contribuyente europeo se ha gastado de forma ineficiente y mal enfocada durante décadas, y las subvenciones no han conseguido remediar la crisis del sector pesquero ni restaurar los stocks. La reforma que se está cobrando forma en este momento es una oportunidad crucial para poner fin a este derroche de recursos públicos y asegurar un futuro viable para los recursos marinos y el sector pesquero. Para lograrlo, es de gran importancia que se involucre la única institución electa de la Unión Europea.
Para asegurarnos que el caso del FEMP atraiga la atención que merece, Oceana ha llamado a la acción a los europarlamentarios con esta carta.