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Del abuso del plástico a los pélets en la playa

*** Local Caption *** Plastics on the beach of Sonabia, Cantabria, Spain. April 2016. Plásticos en la playa de Sonabia, Cantabria, España. Abril 2016.

 

La marea de pélets que azota el norte de España estos días es una consecuencia más del abuso del plástico. El verdadero debate político no es qué administración debe ocuparse de la limpieza, sino adoptar y aplicar urgentemente normativas para reducir la fabricación y uso de plásticos.

Los pélets son una de las principales fuentes de contaminación por microplásticos, y la UE trabaja actualmente en un reglamento para abordarlo. En la actualidad, cientos de contenedores se pierden en el mar cada año, a lo que hay que sumar los vertidos descontrolados de residuos.

De los contenedores que cayeron del Toconao, el que transportaba pélets es el que ha causado alarma social por la acumulación de basura en la costa. Pero la inmensa mayoría del plástico que hay en el mar no se ve. Una vez en las profundidades, los costes económicos para recuperarlo son inasumibles, como Oceana calculó en un estudio. En muchos casos, ni siquiera existe tecnología adecuada.

Reducir envases para disminuir la basura en playas

Reubicar en los buques los contenedores que transportan granza para fabricar productos plásticos sería una primera medida para evitar que caigan al mar. Sin embargo, el problema va más allá. El plástico no puede reciclarse indefinidamente, ya que los polímeros se degradan después de cada ciclo y es necesario ir añadiendo materia virgen al sistema.

Además, la inmensa mayoría del plástico proviene de hidrocarburos, de modo que el creciente consumo mantiene el negocio (y los peligros) de la extracción de petróleo y gas. En 2021, el ciudadano medio de la UE generó 35,9 kg de residuos plásticos de envases, un 27% más que una década antes. Al tiempo que se avanza hacia la transición energética, es necesario frenar otras salidas comerciales de los hidrocarburos.

Los esfuerzos de voluntarios y administraciones para limpiar la basura que está llegando a las playas demuestran que lo más eficaz es reducir el abuso del plástico: eliminar productos de un solo uso, reducir y reutilizar. En Europa, un 39% del plástico se convierte en envases. Este es su principal destino, por encima de la construcción, la automoción y otros sectores.

La UE tiene la oportunidad de hacerlo mediante el Reglamento de Envases y Residuos de Envases, que actualmente se encuentra muy avanzado y será de aplicación directa en sus Estados Miembros. Y, en el plano mundial, el futuro tratado contra la contaminación por plásticos será otra gran oportunidad que debemos aprovechar.