junio 18, 2016
Supersticiones
Bueno, hoy toca escribir otra entradita para el diario de a bordo.
Una pequeña referencia sobre supersticiones. Antiguamente, y no tan antiguamente, y sobre todo por falta de información y conocimiento casi toda la gente con profesiones íntimamente relacionadas con la naturaleza tendían a ser supersticiosos para dar respuesta o controlar los caprichos de esta.
Hace años navegué bastante con un viejo marino que no podía sufrir que nadie silbara a bordo. Según su teoría, aprendida a su vez de otro viejo marinero, era que silbar era retar al viento. Y que Eolo siempre iba a salir ganando. Y yo heredé esta superstición. Y cada vez que oigo silbar no puedo hacer de menos que comentarlo. Y hemos silbado. Y entendedme bien: ¡No creo en supersticiones!.
Para despedirme simplemente comentar que en la última semana hemos tenido que quedar amarrados tres o cuatro días por exceso de viento…jejeje