mayo 26, 2005
El Ranger y la protección de las aguas de Azores. Jueves, 26 de Mayo de 2005
Estamos en aguas de Azores. Esperamos llegar a Horta, el puerto de la isla de Faial, mañana viernes sobre el mediodía. La segunda parte de la expedición, teóricamente la más crítica desde el punto de vista de navegación, parece que va a superarse con éxito. El Ranger ha demostrado ser un barco sólido y seguro, y la vida a bordo ha sido, a pesar de ciertas incomodidades producidas por el mal tiempo, perfectamente soportable durante estas dos semanas de aislamiento del mundo desde que salimos de Bermudas. No se ha producido ni el más mínimo incidente entre los doce tripulantes, e incluso en los momentos de peores condiciones climatológicas se oían las risas y la música sonando en el messroom. Una tripulación con sentido del humor y ganas de trabajar, que no es poco.
Una tripulación que precisa una ducha (o dos seguidas), y una visita urgente a la taberna del puerto. En ese orden.
En Azores nos espera el primer encuentro con Europa desde que en enero iniciamos la expedición en California. Este archipiélago es de importancia crucial para las campañas de Oceana. Desde tiempos históricos, Azores no ha permitido la pesca de arrastre en las 200 millas alrededor de sus islas. Al entrar Portugal en la Unión Europea, se inició un periodo transitorio que terminó en el 2004 y que, debido al Tratado de la Unión, debía dar paso a una apertura de sus aguas a los pesqueros de cualquier país europeo. Allí estaban acechantes -¡como no!- los arrastreros españoles, entre otros. El gobierno regional de Azores puso en marcha un pleito contra la Comisión Europea en el Tribunal Europeo de Justicia para impedir lo que representaría una barbaridad ecológica y una injusticia social hacia las generaciones de pescadores artesanales isleños que durante décadas habían preservado sus mares utilizando técnicas artesanales y sostenibles de pesca. Oceana, junto a otras organizaciones como WWF, Seas at Risk y Greenpeace acudimos en ayuda del gobierno de Azores presentándonos como coadyudantes en el proceso judicial.
Este tema no está todavía resuelto en los tribunales, pero la Comisión Europea ha dado cierto respiro al mismo no otorgando cuotas de captura para arrastreros en 2004 y 2005 para este archipiélago, y también para las Canarias y Madeira. Es una buena medida provisional, pero lo que pedimos es que se convierta en definitiva.
Para recordar esta historia, hoy Oceana ha publicado un comunicado de prensa en la que anuncia la llegada del Ranger a Azores y reitera el apoyo de nuestra organización a la posición del gobierno regional en este tema.
Durante la estancia de nuestra tripulación en el archipiélago, además de llevar a cabo nuestras habituales tareas de inmersión para documentación gráfica de la biodiversidad marina en la zona y de los peligros que la amenazan, tendremos tiempo de mantener encuentros con científicos, políticos y periodistas y discutir estrategias para conseguir a protección definitiva de las aguas de Azores frente a la pesca de arrastre.
Serán las primeras millas del Ranger en Europa.