Reportaje: Profundidades marinas

 

El océano es vasto y en gran parte inexplorado, lo que lleva a la gente a pensar en él como un lugar misterioso donde la acción sólo ocurre en la superficie. Sin embargo, la realidad es que hay otra dimensión que es crucial para la flora y la fauna que dan vida al océano: la profundidad.

La mayoría de los peces, algas, mamíferos y otros organismos marinos viven cerca de la superficie, mientras que un número menor de especies se distribuyen hacia las zonas más profundas, donde hay menos luz solar o ausencia total de esta. Así, un mismo mar puede albergar especies tremendamente diferentes dependiendo de su profundidad.

Por ejemplo, los peces que se encuentran cerca de la superficie pueden usar su vista y sus colores llamativos para encontrar pareja y cazar. La clara visibilidad cerca de la superficie también requiere que las especies se camuflen y se escondan de los depredadores. Algunos utilizan una técnica conocida como contrasombreado, como el molusco conocido como dragón azul (Glaucus atlanticus)

Los peces en las oscuras profundidades deben recurrir a diferentes tácticas. Las especies de aguas profundas utilizan adaptaciones como luz autogenerada (bioluminiscencia), sentidos mejorados, ojos agrandados y coloraciones especiales. Por ejemplo, las especies que son rojas son prácticamente invisibles para los depredadores en las profundidades del mar, ya que la luz roja no puede llegar a estas profundidades.

Para tener una mejor idea de cómo la profundidad influye en la vida del océano, a continuación, se muestran algunas especies que habitan en las tres zonas de profundidad principales.

ZONA FÓTICA (Zona iluminada)

Entre 0 y 200 metros

La mayor parte de la vida marina se concentra en las zonas costeras y en las capas más superficiales de los océanos donde, gracias a la entrada de la luz solar, las algas y plantas marinas pueden realizar la fotosíntesis, generando un soporte vital para la base de la cadena alimentaria. Estos lugares marinos más iluminados se conocen como zona epipelágica o zona fótica. Algunos animales que habitan esta zona incluyen:

Tiburón blanco (Carcharodon carcharias)

Este tiburón es uno de los más grandes del mundo detrás del tiburón ballena y el tiburón peregrino. Aunque también es capaz de habitar aguas frías, prefiere mares templados y cálidos. A diferencia de la mayoría de los peces, es un animal de sangre caliente, lo que le permite ser un depredador más activo en aguas más frías en comparación con las especies de sangre fría.

Davidpstephens - Fotolia:
© Davidpstephens – Fotolia

Estrella peine roja (Astropecten aranciacus)

Estos equinodermos se alimentan principalmente de presas sésiles o de movimiento lento, incluidos los bivalvos. En lugar de utilizar la vista, detectan presas a partir de olores transmitidos por el agua mediante el uso de receptores que detectan señales químicas. Se encuentran con mayor frecuencia en las zonas submareales del mar Mediterráneo.

Red comb star (Astropecten aranciacus)
© OCEANA / Juan Cuetos

Tortuga boba (Caretta caretta)

Las aletas en forma de paleta de esta tortuga le permiten deslizarse elegantemente por el agua. Estas tortugas marinas pueden permanecer bajo el agua durante varias horas sin tener que salir a la superficie para respirar. Migran miles de kilómetros hasta regresar a sus playas de anidación para desovar.

Loggerhead turtle (Caretta caretta)
© OCEANA / Juan Cuetos

Pez erizo (Diodon hystrix)

Para protegerse de sus depredadores, este pez se infla como un globo tragando agua y enderezando sus espinas. Su boca picuda le permite romper la dura cáscara de moluscos y crustáceos. Generalmente se encuentran en agujeros y grietas de zonas costeras como lagunas, cuevas, naufragios y arrecifes.

Porcupine fish Diodon hystrix
© NOAA

ZONA MESOPELÁGICA (Zona de penumbra)

Cachalote (Physeter macrocephalus)

Estas ballenas pasan la mayor parte del tiempo descendiendo a profundidades de más de 600 metros para buscar comida. Son capaces de bucear incluso hasta más de 2000 metros durante una hora. A estas profundidades se alimentan de calamares, tiburones, rayas y peces.

Sperm whale (Physeter macrocephalus)
© OCEANA Pitu Rovirosa

Pulpo común (Octopus vulgaris)

Todos los cefalópodos, como estos pulpos, tienen tentáculos con ventosas. El pulpo los utiliza para deslizarse por el fondo del océano, sentir, tocar y capturar a sus presas. Es uno de los animales marinos más inteligentes, con la capacidad de modificar su color y apariencia para camuflarse.

Common octopus (Octopus vulgaris)
© OCEANA/Juan Cuetos

Aguamala (Pelagia noctiluca)

Como muchos tipos de medusas, la aguamala tiene largos tentáculos llenos de filamentos urticantes que actúan como mecanismo de defensa y para capturar a sus presas. Los filamentos pueden causar urticaria severa si los humanos entran en contacto con ellos. El 95% de su cuerpo está compuesto por agua y viajan por los mares dejándose llevar por las corrientes.

Jellyfish (Pelagia noctiluca)
© OCEANA Juan Cuetos

ZONA BATIAL (Zona de medianoche)

Entre 1.000 y 4.000 metros (3.300 – 13.100 pies)

La zona batial, batipelágica o de medianoche puede alcanzar profundidades de 4.000 metros (13.100 pies). Los organismos en esta zona viven en completa oscuridad. Muchas criaturas han desarrollado adaptaciones para generar su propia luz, llamada bioluminiscencia, para atraer presas o encontrar pareja. Algunas especies han perdido el sentido de la visión.

Rapes de profundidad

Hay más de 200 especies de rape de aguas profundas. La diversa gama de especies de rape en las profundidades marinas se ha adaptado con características que incluyen el enanismo masculino, señuelos bioluminiscentes para capturar presas y modos reproductivos únicos como el parasitismo sexual masculino, donde los machos se adhieren a las hembras del rape de aguas profundas como estrategia de apareamiento.

Pez víbora  (Chauliodus macouni)

Estos peces se encuentran principalmente a profundidades que oscilan entre 200 y 1000 metros (656 a 3280 pies), pero se han llegado a encontrar hasta los 4000 metros.

. Sus órganos productores de luz llamados fotóforos a lo largo de su vientre enmascaran la silueta del pez de los depredadores que se encuentran debajo y pueden usarse para atraer presas. Sus colmillos inferiores son tan largos que debe dislocar la mandíbula para poder tragar a sus presas y su primera vértebra ha evolucionado para actuar como amortiguador de su poderosa mordida.

Sloane's viperfish (Chauliodus sloani)
© OCEANA

Pez pelícano  (Eurypharynx pelecanoides)

Este extraño pez parecido a una anguila engulle a su presa con su enorme boca. Puede expandir su garganta y estómago para tragar peces y crustáceos grandes. Tienen muchos dientes pequeños en la mandíbula y el extremo de la cola brilla debido a la bioluminiscencia.

ZONA ABISAL

4.000 – 6.000 metros

En las llanuras abisales se desarrollan formas de vida únicas. Los animales que viven en esta zona de aguas profundas incluyen estrellas cesta (euriálidos), cerdos marinos y arañas marinas. Algunos crustáceos que viven a estas profundidades han evolucionado hasta perder los ojos, ya que deben depender de otros sentidos para sobrevivir debido a la ausencia de luz solar. Las especies pueden sobrevivir gracias a la “lluvia” de organismos y materia orgánica que se hunden desde las capas más superficiales.

Además, existen bacterias que, debido a la falta de luz solar, realizan quimiosíntesis (obtienen energía a partir de sustancias químicas). Las especies que se encuentran aquí viven en aguas muy frías, con una presión atmosférica que aplastaría a la mayoría de los animales del planeta, incluidos los humanos.

Más profunda es la zona hadal o hadopelágica, con profundidades de hasta 11.000 metros, que generalmente son fosas oceánicas.

El lugar más profundo conocido en el océano mide 10.935 metros (35.876 pies), y se encuentra en la Fosa de las Marianas del Océano Pacífico, también conocida como “Profundidad Challenger”. El entorno desafiante y despiadado de las profundidades del océano hace que la exploración científica sea extremadamente difícil.