Propuesta de España para proteger el 30% del mar: un plan necesario pero insuficiente

El plan no señala las zonas de protección estricta que, por compromisos internacionales, deben cubrir un 10% también para 2030

Press Release Date: junio 7, 2022

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Emily Fairless, Communications Officer | email: efairless@oceana.org | tel.: +32 478 038 490

Oceana lamenta que la propuesta presentada ayer por el Ministerio para la Transición Ecológica para añadir nuevas áreas a la Red Natura 2000 marina para cubrir un 30% del mar español en 2030, tal y como España se ha comprometido a hacer, no logra alcanzar este mínimo y, además, no señala qué tercio de ese 30% (es decir, un 10% del mar español) será designado bajo protección estricta también para 2030, siendo éste otro de los compromisos internacionales adquiridos por España.  

Esta propuesta llega en el año del 30º aniversario de la Red Natura 2000, hito que la organización de conservación marina aprovecha para reiterar la necesidad de redoblar los esfuerzos para proteger eficazmente las áreas marinas protegidas (AMP) que componen esta red contra las actividades humanas más dañinas, como la pesca de arrastre de fondo, desde el momento de su designación.  

Las áreas estrictamente protegidas son, entre todos los tipos de áreas protegidas, las más efectivas para restaurar la biodiversidad, así como son herramientas poderosas contra la crisis climática. España debe designar más de estas zonas y de mayores dimensiones, priorizando hábitats marinos sumideros de CO2 o “carbono azul” –como praderas marinas y fondos de fangos profundos–, y acelerar significativamente su designación, o no llegaremos a tiempo. Además, cuanto antes se establezcan, antes producirán los beneficios ambientales que tanto necesitamos,” añade Ricardo Aguilar, Director de Expediciones de Oceana. 

El plan anunciado presenta una base sólida para alcanzar el objetivo de protección de al menos un 30% del mar español, identificando las mejores áreas candidatas a futuras AMP. El siguiente paso, más crítico aún, es administrarlas adecuadamente. Las administraciones estatal y autonómicas – según el área – serán las responsables de elaborar planes de gestión adecuados y evitar que se conviertan en parques de papel. Oceana ya alertó en 2020 y 20211 2, que existen AMP que, o carecen de plan de gestión, o estos resultan ineficaces por su permisividad con algunos impactos, como el tráfico marino, la pesca de arrastre y otras actividades industriales. Desde el momento de su designación como áreas protegidas, deben implementarse las líneas rojas de la gestión de actividades dañinas, es decir, medidas precautorias contundentes que incidan sobre todas y cada una de las actividades que puedan dañar el ecosistema a conservar. Cada día que estas áreas pasan sin una gestión adecuada se traduce en la pérdida de valores naturales3 que tardarán años en recuperarse o no lo harán nunca. 

Esta propuesta se ha construido en base al mejor conocimiento científico del país, pero se ha desaprovechado una oportunidad única para seleccionar el 10% de áreas de protección estricta, donde predominen los procesos naturales sin perturbaciones humanas de ningún tipo. Partimos de un casi insignificante 0,2% estrictamente protegido, y con sólo 8 años por delante. Considerando la establecida demora de este país para implementar planes de gestión – y la falta de medidas útiles en muchos de ellos – no podemos esperar a la elaboración de los planes para asignar zonas de protección estricta, necesitamos que el gobierno inicie su designación ya mismo,” explica Silvia García, científica marina senior de Oceana.  

Un total de 104 espacios, entre los que se incluyen áreas investigadas y promovidas por Oceana, podrían pasar en los próximos años a formar parte de la Red Natura 2000, la mayor red de espacios protegidos de la Unión Europea, que aúna zonas terrestres y marinas de gran valor natural. De ser designadas, estas AMP darán protección a aves, cetáceos, tortugas y hábitats del fondo marino, y se alcanzará, junto con las ya existentes, un 29,21% de superficie marina protegida, algo menos del objetivo mínimo a alcanzar, por lo que algún esfuerzo extra en este sentido será también necesario. España, para revertir la pérdida de biodiversidad, se ha comprometido a proteger un 30% de sus aguas marinas, incluyendo un tercio de ese 30% bajo protección estricta, por Acuerdo del Consejo de Ministros sobre la Emergencia Climática y Ambiental4, compromiso en concordancia con la Estrategia de Biodiversidad 2030 de la Unión Europea5 y en negociación a nivel mundial en el marco del Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas6.   

La propuesta se ha desarrollado en el marco del proyecto LIFE IP INTEMARES7, con la participación de numerosas instituciones, expertos y organizaciones ligadas al mar. El objetivo principal del proyecto es precisamente conseguir una red de AMP que cubra como mínimo un 30% de superficie marina del país, integrada por áreas de alto valor ecológico, y dotada de gestión adecuada. Oceana ha aportado datos propios recopilados durante años de investigaciones sobre áreas con presencia de hábitats y especies de alto interés para su conservación, como, entre otras, el cañón de Cap Bretón en el golfo de Vizcaya, los bosques de coral árbol amarillo (Dendrophyllia cornigera) de Costa da Morte-Sisargas, los afloramientos rocosos con coral naranja (Dendrophyllia ramea) en la bahía de Cádiz, las poco estudiadas montañas marinas a Norte y Sur del archipiélago canario, y numerosas elevaciones marinas en la región mediterránea

Corales preciosos (Corallium tricolor) – izquierda, Delfines mulares – centro – y Arrecife de esponjas piedra (Leiodermatium pfeifferae) y congrio (Conger conger) – derecha 

Notas al editor 

1. Informe Oceana Unmanaged = Unprotected: Europe’s marine paper parks 

* Fin * 

#DíaMundialdelosOcéanos