junio 3, 2008
Veintiocho pesqueros, el Mar Balear y el atún rojo gigante
Al romper el alba, con el cielo azul, el mar en calma y vigilando desde las cuadernas de los barcos, continuamos siguiendo a los dos pesqueros por el Mar Balear. A las 10 de la mañana, sin tierra a la vista, a 30 millas al sur de la isla de Formentera, no podía creer lo que veían mis ojos. Al mirar en el horizonte, de pronto vi aparecer a un pesquero detrás de otro. Eran un grupo enorme de atuneros lanzados a una loca carrera para capturar al atún rojo durante su migración anual de desove en el Mediterráneo.
A finales del día contamos al menos veintiocho pesqueros de atún rojo en un radio de dos millas, lo que incluía a cerqueros, arrastreros, pesqueros en general, remolcadores, un barco de la patrulla de la Guardia Civil, y a nuestro barco, el Oceana Marviva, con una tripulación internacional de ciudadanos preocupados por el medio ambiente marino. Además de los grandes pesqueros, también observamos docenas de barcas, pequeños botes auxiliares y buceadores.
Al llegar a la escena, uno de los pesqueros franceses (Marcal MA 146961), supongo que al sentir la presión de alcanzar y superar su cuota de pesca, desahogó su frustración intentando intimidarnos para que nos marchásemos. Después de descargar algo su furia, siguieron adelante.
Técnica de pesca de los cerqueros
A lo largo del día pudimos documentar el proceso de los pesqueros cerqueros para atrapar el atún rojo del Atlántico y trasladarlo a las jaulas para atunes. Se trata de una operación de pesca en la cual el atún rojo oculto bajo la superficie es atrapado vivo y encerrado en jaulas. La técnica para los cerqueros es localizar bancos de atún rojo. Cuando llega el momento atacan, acelerando el barco en un amplio círculo y liberando la red para atrapar a los peces. Una vez que los peces han quedado atrapados en la red, son transferidos bajo el agua a las jaulas, a través de una apertura que conecta o une las dos redes. Utilizando buzos y elevando la red, los túnidos son acorralados dentro de la jaula. Una vez que todos los peces han sido transferidos, la jaula es arrastrada a la piscifactoría más cercana utilizando un remolcador.
Durante el día, pudimos observar a tres cerqueros que trasladaban el atún rojo a las jaulas submarinas. El proceso lleva de dos a tres horas del comienzo hasta el fin. En uno de los casos, el cerquero no era lo bastante rápido o no pudo atrapar un banco de atún rojo. Entonces, en lugar de transferir el pescado a una jaula, sacaron a los peces fuera del agua (utilizando una grúa) y los depositaron en el barco, donde fueron matándolos.
Durante la noche, continuamos en este mismo sitio (en el centro de la flota pesquera) para mañana poder seguir monitorizando las actividades.