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julio 4, 2008

Una cortina de la muerte en el Mediterráneo

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©Earth Ocean

 

Durante un instante, imaginad una red que desciende 30 metros, casi tanto como la profundidad máxima a la que un submarinista no profesional puede llegar. La longitud de la red de deriva se extiende 20 kilómetros, que es equivalente a la longitud de media maratón que se tarda aproximadamente dos horas en recorrer desde la salida hasta la llegada; si se está en buena forma.

Ahora imaginad que cualquier animal como ballenas, delfines, tortugas marinas, tiburones, rayas o peces luna nada inocentemente hacia esa red casi invisible que va a la deriva y se queda enredado (y luchan por salvar la vida) antes de su inevitable muerte lenta.

En 2002 las Naciones Unidas prohibieron las redes de deriva en el Mediterráneo porque MATAN a todo cuanto encuentra a su paso. Existen muchas alternativas a este método; p. ej. el palangre (SI se usan “anzuelos circulares” que no capturan ni matan a tortugas marinas así como cebos apropiados para capturar SÓLO especies objetivo como el pez espada).

Otros efectos devastadores provocados por las redes de deriva en aguas italianas son:

  • el 25% de la captura total son especies no comerciales, lo que significa que no tienen valor comercial y que se devuelven muertas al mar.
  • Un 10% adicional de la captura incidental son especies protegidas de animales marinos.
  • Aproximadamente 8.000 cetáceos (ballenas y delfines) mueren todos los años a causa de las redes de deriva en aguas italianas.

Para más información, un excelente vídeo que ayuda a ilustrar este punto es “The Business The Illegal Driftnetters” producido por Earth Ocean.

Por la tarde avistamos cuatro buques que sospechábamos que usaban redes de deriva.

Ausonia (4CT1055), Andrea Doria II, Ross Lucy (3CT482), Saratoka (3CT502)

“No vamos a parar hasta que nos libremos de las redes de deriva porque son una plaga y esto lo ha admitido todo el mundo: las Naciones Unidas, los gobiernos nacionales… todo el mundo. No existen ningún tipo de duda sobre lo dañinas que son las redes de deriva y ahora disponemos de leyes; sólo necesitamos que se apliquen, así que tenemos que luchar para que esto ocurra.” — Xavier Pastor, jefe de expedición de Oceana.

Esta mañana hemos llegado a Cerdeña, Italia.