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febrero 17, 2016

Un paso adelante para proteger los jardines submarinos del Mediterráneo

Fort d'en Moreu 33. Protection area proposed by Oceana. Zona de protección propuesta por Oceana. *** Local Caption *** Trawl net lost in coralligenous seabed. Fort d'en Moreu, Cabrera, Balearic islands, Spain. Oceana expedition to the Balearic seamounts onboard the SOCIB R/V. August 2014. Red de arrastre abandonada en fondo de coralígeno. Fort d'en Moreu, Cabrera, Islas Baleares, España. Expedición de Oceana a las montañas submarinas de Baleares a bordo del B/O SOCIB. Agosto 2014.

 

Debajo del agua puede pasar cualquier cosa, incluso que los jardines no estén necesariamente formados por plantas. De hecho, uno de los hábitats más bonitos del Mediterráneo son los jardines de coralígeno, en los que los árboles son sustituidos por corales blandos (gorgonias) y las flores dejan paso a algas rojas calcáreas y animales como esponjas y briozoos. Estos lugares maravillosos albergan una gran biodiversidad, y ahora se están dando pasos para protegerlos mejor.

Es una larga historia. En 2014, Oceana y otros científicos recomendaron a los gobiernos de los países mediterráneos, entre otras medidas, que revalidaran  los mapas existentes de dos hábitats compuestos por algas rojas –coralígeno y lechos de rodolitos–  para tenerlos en cuenta a la hora de regular la pesca y declarar futuras áreas marinas protegidas.

Esto puede parecer obvio, pero no lo es: si no se reconoce formalmente que en un área hay coralígeno o hábitats similares, se pueden autorizar actividades que los destruyan. La más dañina es el arrastre de fondo, ya que su impacto físico conlleva la muerte de las especies dominantes que construyen estos hábitats, cambiando por completo el medio. Una zona donde este problema es patente es el Canal de Menorca en Baleares, donde continúa habiendo arrastre de fondo a pesar de prohibirlo la UE y Oceana lucha sin tregua para detenerlo.

Pues bien, la buena noticia es que se acaba de adoptar la propuesta de los científicos de 2014. La semana pasada, en la reunión bienal del Convenio de Barcelona se aprobó una actualización del Plan de Acción para proteger estos ecosistemas. El plan contiene un calendario de actuaciones detallado, incluyendo crear una base de datos online con la distribución de coralígeno y maërl y promover la declaración de áreas protegidas alejadas de costa. El Convenio es el principal marco legal para proteger el medio marino mediterráneo y gracias a este significativo paso, los gobiernos nacionales emplearán mejores herramientas de gestión para regular el uso de técnicas pesqueras agresivas. Así que la historia no ha acabado aún. ¡Seguidnos para enteraros del próximo capítulo!