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agosto 29, 2008

Últimos días en Italia

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©OCEANA

 

No nos quedan muchos días por los alrededores de Italia, ya que a finales de mes está planificada la llegada a las Islas Baleares, concretamente, a Palma de Mallorca. Decidimos, por lo tanto, continuar con los trabajos de documentación con Rov sobre montañas submarinas al oeste de las Islas Eolias, frente a la costa noroeste de Sicilia y así ir, lentamente, acercándonos a las costas baleares.

Comenzamos explorando la montaña submarina Enareta para después navegar hasta unos bajos situados al noreste del San Vito Lo Capo y al noroeste de Trapani, en Sicilia. A pesar de algunas diferencias entre cada inmersión, predominaron fondos con fuertes pendientes a profundidades entre los 250 y 350 metros.

Estos fondos presentan, como continuación del archipiélago volcánico formado por las Islas Eolias, sustratos volcánicos arenosos sobre los que aparecen de forma aislada rocas que albergan gran biodiversidad y colores, de forma similar a un oasis en el desierto. Concentrados en pocos metros encontramos esponjas, gorgonias, corales, brótolas y gallinetas.

Durante la primera inmersión nos sorprendieron pequeñas áreas con gran cantidad de corales muertos. Sin embargo, el desánimo ante la poca abundancia de organismos en las zonas fangosas fue contrarrestado por la aparición de un tiburón cañabota gris (Hexanchus griseus), de unos 3 metros, que se nos mostró ante la cámara a 320 metros de profundidad. En las siguientes inmersiones fueron grupos de entre 10 y 15 tiburones galludos (Squalus blainvillei) los que nos acompañaron, posiblemente atraídos por la luz, durante gran parte de los transectos. En el bajo más cercano al San Vito Lo Capo predominaron corales negros de la especie (Leiopathes glaberrima) tanto sobre el fondo como colgando del talud de fuerte inclinación.

Desgraciadamente estamos encontrando gran cantidad de restos de sedales y redes abandonados sobre el fondo, ya que las zonas que estamos explorando coinciden muchas veces con zonas explotadas por pescadores. Esto dificulta, en numerosas ocasiones, la labor que estamos desarrollando con el Rov ya que nos obliga a esquivar los restos de las actividades pesqueras e incluso, en algún momento, a abortar la inmersión y buscar un nuevo lugar donde continuar con la documentación de los fondos profundos.