febrero 22, 2005
Segundo día en la Isla de Coco. Martes, 22 de Febrero de 2005
Hoy hemos seguido filmando. A las nueve de la mañana estábamos en un barco de MarViva, saliendo de la bahía y rodeando la isla hasta llegar al otro lado. Este barco es más pequeño y más manejable que el Ranger, pero más grande y más estable que nuestros botes. MarViva nos lo ofreció para transportar al equipo de buceo de un sitio a otro.
Miguel ( uno de los capitanes de MarViva ) maneja el timón mientras Mar examina las aguas. De vez en cuando aparece por un instante una aleta o se ve algo que salta y se vuelve a sumergir con un chapoteo. Durante unos minutos nos acompañan delfines a proa. La vida marina de la Isla del Coco es extraordinaria incluso en la superficie, pero eso aquí resulta normal. La isla en sí es tan frondosa y húmeda como si estuviera literalmente empapada en agua, que cae a chorros por las laderas verdes y abruptas. Algunas de las cataratas desaparecen en el bosque, mientras que otras han labrado largos canales que van desde la parte alta de la isla hasta el mar. La Isla de Coco recibe 711 cm. de lluvia al año. Hay tanta agua que los guardias del parque que trabajan en la isla ( en turnos mensuales ) han construido una presa hidroeléctrica para dotar de energía a su base.
oy el cielo está gris y el océano algo revuelto. En el lugar de la inmersión ( otro islote ), fragatas y gaviotas enormes vuelan en círculos sobre la pirámide de rocas. Los del equipo de buceo ( Mar, Houssine, Aitor, Juan Pablo y Soledad ) preparan sus cosas y las cargan en el bote. Soltamos el cabo y… ¡ allá van ! En medio de las olas el bote parece un objeto pequeño y triste, y aún se hace más pequeño a medida que avanza hacia la roca y se aleja de nosotros. Una hora después los buceadores están de vuelta a bordo. La naturaleza de la zona es increíble, dicen, pero el agua está turbia. Hoy hay una corriente fuerte que dificulta la filmación.
Así seguimos todo el día, de un lado para otro. Es increíble estar en el agua, escuchar las historias de la tripulación de MarViva, ver el océano aunque sea desde la superficie. Pero la verdad está más abajo, y todos estamos ansiosos por ver las filmaciones.