junio 7, 2008
Ría de Arousa
Nos levantamos con un fuerte viento del noroeste pero intentamos salir a ver si fuera de la ría todavía no se ha levantado mucho mar. Según nos dirigimos a Sálvora vemos que dentro de la ría las condiciones son buenas, en caso de que no podamos ir más allá. Por suerte, al socaire de la isla no hay mucha ola y podemos realizar algunos trabajos.
Lamentablemente, ahora lo que se pone en nuestra contra no es el tiempo, si no un fallo informático en el robot. Para no perder el día, decidimos adentrarnos de nuevo en la ría y hacer una inmersión con submarinistas cerca de las bateas en la zona de Porto Meloso.
La fauna que aprovecha las cuerdas, cadenas e, incluso, los mejillones para asentarse es impresionante. Encontramos muchas esponjas calcáreas de los géneros Sycon y Ascandria, así como alguna demospongia del género Haliclona. También son abundantes las barnaclas, las anémonas joya (Corynactis viridis) o las manos de muerto (Alcyonium digitatum). Y, aunque encontramos menos de los que esperábamos, aparecen algunas gambas esqueleto (Caprelidos).
Debajo de la bateas, se acumulan toneladas de restos de mejillón. Y sobre ellos muchos equinodermos, como la estrella espinosa (Marthasterias glacialis), la estrella común (Asterias rubens), la ofiura negra (Ophiocomina nigra), el erizo de mar (Paracentrotus lividus) o la holoturia (Aslia lefevrei).
Mientras los submarinistas siguen con su trabajo, a bordo las cabezas echan humo intentando encontrar donde esta la avería del ROV. Parece que no va a ser posible tenerlo listo para hoy, así que decidimos descansar e ir a puerto.