junio 29, 2006
Relevo
Las nuevas caras que se embarcaban en el Ranger la noche del 29, no eran tan nuevas, excepto una. La primera `hornada` de nuevos tripulantes tenía sabor a reencuentro: Maribel López, compañera de la oficina europea, Jorge Candan y Pilar Barros, videocámara submarino y su apoyo bajo el agua y… Miguel Bose volvían con nosotros!! La nueva cara para nuestro catamarán llegaba de más lejos. Phil Kline, volaba desde la oficina de Oceana en Washington DC para compartir con nosotros la búsqueda de rederos ilegales, la documentación del Mediterráneo y ver de primera mano como trabajamos desde la oficina europea.
A la mañana siguiente salimos del puerto de San Telmo, en Cagliari (Cerdena) para hacer trabajos de buceo. Jorge, Pilar, Juan y Thierry, una vez en el punto de la inmersión, con sus cámaras preparadas aguantaron el calor, que ya aprieta, con sus trajes de neopreno hasta zambullirse donde habíamos planeado para seguir con la documentación de habitats: Secca di Mezzo.
La preparación para hacer inmersiones tiene todo un protocolo digno de ver. Si normalmente estos preliminares son laboriosos, cuando van acompañados de cámaras es todo un arte. Jorge y Juan, miman a sus `niñas` las cámaras con una delicadeza pasmosa. Hay que montar bien los equipos y asegurarse de que la caja estanca protege los ojos que van a darnos las imágenes subacuaticas. El resultado es: La `niña` de Jorge (videocámara) llega a pesar unos 18 kilos y tiene una apariencia como si se sumergiera con un mini submarino con dos focos a cada lado de la cámara; y la de Juan (fotógrafo) se convierte en el ojo que todo lo ve con su gran lente convexa.
Thierry, el coordinador de buceo y apoyo de Juan bajo el agua, y Pilar buceadora de apoyo de Jorge, se preparan también sus equipos. Toda la tripulación centra su atención en los buzos, es su momento, son los protagonistas. Se busca, a través de las cartas náuticas, el punto de inmersión y en esos minutos antes de alcanzarlo, cuando los buceadores están con sus trajes, el jacket con la botella, la mascara, las aletas… se apropian de nuestras miradas y se nos encoje un poquito la respiración hasta que finalmente saltan al agua y les vemos tranquilos, dispuestos a sumergirse hacia el fondo. Desde el Ranger, vemos las burbujas que nos indican donde están!