agosto 31, 2009
Punta de Jandía, Fuerteventura. Lunes, 31 de agosto de 2009
Hoy, Ana de la Torriente, la bióloga del Oceana Ranger, me ha pedido que escriba el diario de a bordo, ya que la tenemos esclavizada entre informes de campaña, minutados de las inmersiones del ROV, identificación de especies y más temas de documentación que la tienen pegada al ordenador mañana, tarde y noche.
Esta mañana me he levantado tempranito con el mejor despertador que existe en el mercado (las gaviotas del puerto) y a las siete de la mañana estaba grabando el Ranger atracado en el puerto de Morro Jable al amanecer. La verdad que me encantan esas primeras horas del día en los puertos, casi sin gente y solamente con unos pocos pescadores reparando las artes o saliendo a faenar, apenas se oyen ruidos y la suave brisa que corre a esas horas de la mañana me hace concentrarme en mi cámara y es cuando mejores planos suelo conseguir.
De regreso al Oceana Ranger para tomar el pertinente café que nos espabila para el comienzo de la jornada, me encuentro a la tripulación desperezándose y a algún valiente como Carlos Minguell afeitándose en cubierta a base de brocha y agua en el balde, como si tras un mes de campaña, ya fuera un viejo lobo de mar.
Zarpamos hacia la punta de Jandía para realizar la primera inmersión del ROV a menos de una milla de la costa. La tripulación ya se va acostumbrando a estas caídas a pico del fondo en las islas; en anteriores campañas los sondeos submarinos del ROV se han realizado en el Mediterráneo y en el Cantábrico y para coger fondo había que navegar bastantes millas hasta llegar al límite de la plataforma, aquí en Canarias casi echamos el ROV a la salida del puerto…
Tres horas de inmersión, más de 300 metros de profundidad máxima y unos fondos caracterizados por corales (Stichopathes sp, Dendrophyllia ramea y Dendrophyllia conigera) y gran variedad de peces: tres colas (Anthias anthias), papagayos (Callanthias ruber), bogas (Boops boops) y espáridos como la sama roquera (Pagrus auriga) o la sama de pluma (Dentex gibosus) que se mostraban en las dos cámaras del ROV sobre fondos arenosos con concentraciones rocosas, que es donde se encontraba la mayor parte de la fauna marina.
De vuelta a superficie la tripulación recupera el ROV con maestría a pesar del viento de fuerza 5 que sopla del NE, los primeros días se notaba cierta tensión en cubierta a la hora de arriar y cobrar el ROV, pero en pocos días la tripulación le ha cogido el truquillo a trabajar cuando hay “fumeque”, que es como se le denomina al viento fresco aquí en las islas.
Tras la inmersión, la persona más importante a bordo del barco, el cocinero, en nuestro caso “Indi”, ya bautizado como el Ferrán Adriá de la Macaronesia, se lo “curra” de nuevo y a pesar del “meneillo” nos ha preparado un revuelto de champiñones y unos espárragos que “vuelan” de la cazuela. Tras las bofetadas pertinentes por rapiñar los últimos restos de los “champis”, un cafecito y ponemos rumbo al segundo punto de ROV del día.
Lo intentamos al SW del faro, pero el viento ha subido, y unido a las condiciones de la mar, Ricardo Aguilar toma la decisión de cambiar de punto y elegir uno más cercano a Morro Jable, donde estaremos a resguardo del Alisio, que domina estos días las islas orientales.
Tras más de tres horas de inmersión y habiendo observado diversas especies como el pulpo blanco (Eledore cirrosa), medregales (Seriola sp), un angelote (Squatina squatina) y diferentes corales y esponjas que habrá que identificar con paciencia más adelante, ponemos rumbo al Sur de Gran Canaria, al puerto de Mogán. Si todo va bien, pasaremos la noche navegando y estaremos allí mañana por la mañana.
Durante la travesía aprovechamos para poner al día todos los minutados y diferentes trabajos de documentación que cuando estamos “de faena” no tenemos tiempo para realizarlos.
¡¡¡¡¡¡¡¡Indiiiiiiiiii!!!!!! ¿¿¿¿Qué hay para cenaaaaaaaarrrrrrrr??????