mayo 13, 2005
Preparados ya para cruzar el Atlántico. Viernes, 13 de Mayo de 2005
Tres nuevos tripulantes se han incorporado hoy al Ranger, para acometer la travesía del Atlántico. Son Xavier Pastor, Eduardo de Ana y Alicia Fraile. Xavier, biólogo marino, es el Director de Oceana en Europa desde donde impulsó la Expedición Transoceánica con el apoyo entusiasta de Steven y Annie MacAllister, propietarios del catamarán en el que ahora navegamos. Xavier ya estuvo a bordo durante febrero y marzo en la anterior etapa de Costa Rica, Panamá, y Honduras. Un territorio, el centroamericano, que conoce bastante bien por su trabajo anterior en la puesta en marcha de la Fundación MarViva para la defensa de estos países contra la pesca ilegal.
Eduardo de Ana ” Guayo ” es el responsable de la página web europea de Oceana. Gracias a su trabajo en la oficina de Madrid miles de personas de todo el mundo pueden estar leyendo ahora mismo este diario, disfrutando con las filmaciones submarinas de Mar Más y las impresionantes fotos tomadas por Houssine Kaddachi, Sole Esnaola, y demás compañeros a bordo en distintas etapas de la expedición. Entre ellos estan Sandy Mayson y Maribel López (quienes me precedieron en la escritura de este diario), Annie Compton, Juan Pablo Camblor e Inés García Fungairiño de ZOEA, Jose Indi Peñalver, Aitor Iturraspe, Nuño Ramos y tantos otros que irán turnándose en la tripulación del Ranger durante este viaje.
La tercera de las personas que se han incorporado en este relevo en Bermudas es Alicia Fraile, experta marinera y vieja amiga en anteriores experiencias en defensa del medio ambiente, a bordo de barcos de Greenpeace, como el velero Zorba. Además de ser voluntarios de Oceana, Alicia y Jose Peñalver son fundadores de la Sociedad de Historia Natural del Mar y activos miembros del grupo EcoVoz.
La tripulación del Rangerse va relevando, pues el viaje es largo y, a veces, agotador. Algunos, como Mar y David, llevan a bordo desde mucho antes de que el catamarán partiera oficialmente desde Los Angeles, el pasado 17 de enero. Otros, como Sole o Houss, también baten records de estancia. Ricardo Aguilar y yo volvemos a la oficina de Oceana en Madrid, para retomar en tierra firme nuestros cometidos en la organización, él como responsable de Investigación y Proyectos, y yo a cargo del area de Comunicación. Desde Madrid seguiremos muy pendientes la trayectoria del Ranger, pero ahora sin que se balancee el ordenador por el oleaje y sin que se nos empapen las ropas cada vez que Carlos Pérez, el primer oficial, o la marinera Bibi Álvarez, nos llevaban a tierra en la lancha auxiliar.
Antes de decirle adiós al Ranger, tengo pendiente una clase de nudos con Bibi. Nadie es marinero de verdad si no sabe hacer bien al menos cuatro de ellos: el llano, el ocho o lasca, el ballestrinque y el as de guía. Como patrón mayor de cabotaje que es, la marinera de Cambados es una ” artista ” manejando los cabos. ” En marinería no se habla de cuerdas, precisa tajante, sino de cabos. La única cuerda en un barco es la del reloj o la de atarse los zapatos “. A su vez los cabos, que pueden ser de esparto, sintéticos, de poliéster, nylon, etc, reciben distintos nombres según su función: drizas, que suben la vela; escotas, que van por las bandas para cambiar la vela de banda; y amarras. ” Lo importante, sigue explicando, es que el nudo sea resistente, que aguante y que luego se pueda deshacer, porque el salitre los <azoca> “. El término marinero que usa Bibi lo traduce como que el salitre los aprieta y luego es prácticamente imposible deshacerlos, lo que no sería operativo en un barco.
El ocho o lasca, por lo visto, es un nudo muy sencillo y se utiliza para hacer tope. El llano, para unir dos cabos de la misma ” mena “, o sea, del mismo tipo, porque, insiste la profesora, ” hay nudos no compatibles con otro cabo diferente “.El as de guía, comenta, tal vez sea el mas útil de todos. Lo mismo sirve para amarrar al llegar a puerto que como para izar una vela. El ballestrinque, por ejemplo, es muy útil para amarrar las defensas que se colocan a los costados del barco para protegerlo de golpes al atracar o abarloarse a otro barco ( ponerse de costado ). ” Pero los usos de todos estos nudos dependen mucho de para qué se van a utilizar y a donde haya que amarrarlos, del tipo de barco, de la rapidez con que haya que hacer la operación o, por ejemplo, de la tensión a la que se va a someter el cabo “.
Me llevaré algún cabo a Madrid para practicar lo aprendido en esta interesante lección, que espero no sea la última, a bordo del Ranger. Desde Bermudas, la Expedición de Oceana partirá el próximo domingo hacia aguas europeas, arribando a las Azores si los vientos le son propicios a principios de junio. Los tripulantes de Oceana tienen todavía por delante otras 4.000 millas de navegación, igual de intensas y apasionantes que las recorridas hasta ahora. Al llegar a su destino final, en el Mediterráneo, nuestro catamarán habrá dejado tras de si una estela de 11.000 millas náuticas.