noviembre 12, 2015
Pez espada del Mediterráneo: del plato a la mesa de los políticos
Por fin, y después de que Oceana hiciera campaña durante años, se ha reconocido que la situación del pez espada en el Mediterráneo es un problema que urge resolver. Lo resume un dato: tras 30 años de sobrepesca, el stock se ha quedado en un tercio de lo que era en los años 80.
El martes, la organización encargada de gestionar esta especie dio comienzo a su reunión anual. En su discurso al plenario, Karmenu Vella, comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, definió al pez espada del Mediterráneo como un “ejemplo preocupante” y reconoció “hacen falta pasos urgentes para detener el declive”. Pero esto no se puede quedar en meras palabras; debe traducirse en hechos.
En la actualidad, una flota sobredimensionada de más de 15.000 barcos captura pez espada en el Mediterráneo sin ningún límite. Se necesita desesperadamente un plan de recuperación que incluya Totales Admisibles de Capturas, reducción de sobrecapacidad de la flota, vigilancia contra la pesca ilegal y aumento de tallas de desembarco para evitar capturar juveniles. No hay nada que ganar posponiéndolo.
Muchos armadores ya están pidiendo medidas, por lo que si estas no se aprueban cuando ICCAT acabe el próximo día 17, será por la falta de voluntad política de los Estados Miembros de la UE que lideran la pesquería. Ellos son los responsables de cara al stock y a la flota que depende de él.