junio 1, 2005
Montañas que emergen del mar. Miércoles, 1 de Junio de 2005
Con la llegada a Horta ( Faial ) se ha producido un nuevo relevo de tripulantes, pero la tripulación del Ranger está acostumbrada a los cambios y siempre recibe con una sonrisa a las nuevas incorporaciones. Houssine, el fotógrafo submarino que desde el primer día ha estado embarcado en la expedición, ha tenido que volver a casa por motivos familiares. También Carlos y Guayo han tenido que dejarnos para atender sus quehaceres en la oficina. Ahora nos hemos embarcado dos marineros: Xose Manuel Gándara, gallego ubicado en Pontevedra cuya pasión es la navegación a vela y el mallorquín Nano Valdés, que se incorpora a nuestra expedición tras navegar durante 4 meses en el Snooty; y quien os escribe, Ester Casado, que soy ayudante de Dirección de la oficina europea de Oceana.
Como ya os han comentado en anteriores diarios, la isla de Faial es pequeña ( 24 x 16 Km2 ), pero una de las más importantes de las Azores y puerto de destino obligado para todas las embarcaciones que cruzan el Atlántico, como es el caso del Ranger. Su marina tiene una actividad constante de entrada y salida de barcos, y dicen que todos los grandes navegantes a lo largo de la historia han parado por aquí. Desde luego, de lo que puedo dar fe, es de que aquí nuestra tripulación no hace más que encontrar viejos conocidos de travesias, como por ejemplo el ya mencionado velero Snooty, que tenemos abarloado a estribor y que pertenece a Sinto Bestard, un veterano navegante mallorquín que se quedó ciego hace veintitres años, lo que no le ha impedido seguir en el mar, dar la vuelta al mundo e incluso llegar hasta la Antártida. O Xurxo Gómez, patrón del Espíritu del Xarei, un viejo conocido de muchos de los tripulantes del Ranger, porque patroneó el Zorba de Greenpeace en sus mejores tiempos.
El ambiente marino también se vive en Horta desde el punto de vista científico. Hemos tenido la oportunidad de aprovechar nuestro paso por aquí para tener encuentros con destacables miembros del Departamento de Oceanografía y Pesca de la Universidad de Azores. Además de con el Director del Departamento Ricardo Serraro Santos, con los investigadores Joao Manuel Goncalves, Monica Silva y Marcos Santos, especialistas en montañas submarinas, pesquerías, cetáceos y tortugas marinas. Cada uno en su área, desarrolla una importante labor de investigación desde este enclave vital para el conocimiento marino. Sin olvidar en ningún momento que Las Azores son un ejemplo de sostenibilidad pesquera para toda Europa.
En Faial también se encuentra uno de los fenómenos naturales más sorprendentes del siglo XX. En 1957 una columna de vapor de hasta 400 metros de altura sorprendió a los habitantes de Cabo Capulines. Se estaba produciendo la erupción de un volcan submarino, lo que creo la formación de una montaña de cenizas y lava que, curiosamente, volvió a hundirse en el mar. Poco tiempo después, durante el mes de junio de 1958 se produjeron nuevas sacudidas y erupciones de lava, que provocaron la aparición de una nueva montaña de 99 metros de altura que emergió del mar. Este fenómeno supuso el aumento de la superficie de la isla en 2,6 km2, sepultando el faro y las viviendas colindantes. Tanto la vista del Faro de Capulines y la montaña de lava como los documentos gráficos de la epoca, son sorprendentes.
Hoy por la tarde hemos zarpado rumbo a Lagos ( Portugal ), pero de camino pararemos parar comprobar sobre el terreno la actividad de los campos termales de Joao de Castro, impresionantes chimeneas submarinas que emanan metano, de un volcán todavía activo.