Oceana Latitude. Hoy hemos dedicado el día a descansar y reponer fuerzas. Tras cinco días de duro trabajo, el equipo de Oceana se ha aventurado de nuevo hacia los puntos de amarre en torno a la plataforma Deepwater Horizon, para continuar la recogida.
Debido a las condiciones climáticas y al poco tiempo del que disponíamos, sólo habíamos colocado la mitad de los amarres proyectados originariamente. Pero así es la ciencia, no todo sale como se planea. Hemos cubierto las zonas de mayor importancia; otras zonas de interés tendrán que esperar.
El tiempo sigue siendo un contratiempo para la expedición. Hoy ha imposible realizar ninguna medición CTD debido al oleaje y a los vientos de hasta 50 km/h, que han hecho que la travesía haya sido dura e impredecible. Cada vez que pasábamos una ola, las mesas, sillas y cualquier cosa que no estuviera atada salía volando por los aires. Al final, la situación ha empeorado tanto que el capitán del barco ha decidido cambiar el rumbo en busca de aguas más tranquilas.
La travesía de hoy nos ha llevado de nuevo mar adentro y lo más cerca de la plataforma que habíamos estado hasta ahora. Es sorprendente toda la actividad reinante entorno al pozo del vertido. Según se iba poniendo el sol y oscurecía, se empezaron a encender las luces de la zona, y es increíble todo lo que está ocurriendo allí. Por la noche, parece la línea del horizonte de una pequeña ciudad.