agosto 10, 2006
Mi primera semana
Mi primera semana a bordo del Ranger está siendo una mezcla de emociones; por un lado ir conociendo personalmente a cada miembro de la tripulación me aportan: confortabilidad (me siento como en mi propia casa), admiración (detrás de cada uno de ellos hay muchos conocimientos por adquirir). Por otro lado mis funciones como marinera me brindan la oportunidad de aportar mi granito de arena y sentirme una pieza más necesaria para que funcione la máquina…
“No me olvido de las personas que han contribuido en mi formación para llegar a donde estoy y hacerme enamorar cada día más de la navegación y el mar: Joan M Barberá, Diana Cuadras y Julio Tudela…. Gracias chic@s”
Para mí, (una chica de Zaragoza) no ha sido fácil adentrarse en el mundo marino, pero mi persistencia y tenacidad me aportan la vitalidad suficiente para luchar por la permanencia, considero que la oportunidad que se me ha brindado trabajando a bordo del Ranger es única y contribuirá enormemente a mi formación tanto personal como profesional.
Conocí al Ranger y a destacados miembros de su tripulación durante su estancia en el varadero de Sant Carles de La Rápita (lugar en el que resido actualmente) gracias a un amigo Raúl López. Yo trabajaba en la explanada junto a la cual estaba varado el Ranger y cada día me acercaba a conversar con ellos. Carlos, Jordi y Albert despertaron en mi la curiosidad e inquietud necesarias para tener ansias por embarcarme y recorrer mundo, parecía una periodista porque constantemente les interrogaba sobre sus orígenes, pasados y futuros…. Pero ellos pacientes más o menos me iban respondiendo y apaciguando mi curiosidad.
Durante el tiempo que ha pasado desde el comienzo de la expedición, he seguido todas las millas del Ranger desde esta web, sin nunca imaginarme que un día tendría la oportunidad de escribir en ella.
Hace trece días que recibí el e-mail de Carlos, que me brindaba la gran oportunidad de embarcarme y una semana más tarde llegaba al Ranger.
Hoy hace casi una semana que estoy con ellos y he realizado muchas actividades diferentes quizás la que más me ha impactado ha sido el momento que realizamos la botadura del robot que nos llego esta semana por primera vez, es…..impresionante!!!. Bajó a más de 200 metros de profundidad y en la pantalla del “meeting-room” podíamos ver el mundo submarino con casi total nitidez, además de escuchar los relatos que nuestros biólogos (buenos conocedores de él) nos iban contando poniendo nombre y apellido a todo lo que veían.
El proyecto de la Fundación Oceana es alucinante, pero todos los medios humanos que hay detrás de él son lo que realmente lo hacen posible….. Quiero destacar la gran calidad humana de cada uno de los miembros de la tripulación que he podido conocer a bordo del Ranger, no se pueden ustedes hacer a la idea del compañerismo, cordialidad y paz que se vive a bordo.
Hoy es el segundo día que estamos amarrados a puerto, el martes estando en maniobra restringida con el ROV se nos averió el motor de babor, los ánimos están un poco caídos ya que pasan las horas con ansias por poder seguir realizando nuestro trabajo y documentando la máxima información posible. Gracias a nuestro amigo Ricardo Sagarminaga de la Sociedad Española de Cetáceos cuyo barco Toftevaag que pernocta en este puerto de Almerimar nos pusimos en contacto con el mecánico Paco López (de Balanegra), quien sin dudarlo ni un momento se puso manos a la obra para la reparación de nuestro motor, tengo la esperanza que pronto el Ranger zarpará de nuevo…..