junio 11, 2015
Lo que no viene en los mapas
Cuando nuestro director de Investigación, Ricardo Aguilar, me preguntó el invierno pasado si quería subir al Ranger y unirme a la expedición de Oceana en Malta, fue muy difícil que no pareciera sobreexcitada (probablemente lo parecí) al decir que sí. Porque DE VERDAD quería ir a bordo del Ranger. ¡Y aquí estoy! ¡Por fin! Es el segundo día navegando y haciendo trabajo de campo. Y –tengo que decirlo- es tan emocionante como pensé que sería. Aunque los ROV que hemos hecho hasta ahora quizá no sean los más emocionantes, dado que los hemos hecho en aguas relativamente profundas, hoy hemos conseguido divisar algunas cosas más atractivas, como bastantes corales bambú con cigalas y otra vida marina. Con esta y otra información que recojamos espero que podamos aportar conocimientos sobre los ecosistemas marinos de Malta y suplir la falta de datos para mejorar la protección y gestión del medio marino.
Otra parte significativa del trabajo es detallar los datos batimétricos disponibles. Como ya vimos en anteriores expediciones de Oceana, las cartas oficiales solo dan estimaciones aproximadas de la composición del fondo y contar con datos más precisos ayuda a trazar una imagen más realista del mundo que hay bajo las olas. Hoy, por ejemplo, hemos descubierto que algo que en los mapas parecía una montaña submarina es más bien un agujero.
Puede que los días en el mar sean largos, pero lo compensan totalmente las cosas que encontramos y los grupos de delfines que vienen y nos ofrecen un espectáculo cuando menos te lo esperas.