septiembre 12, 2009
La Palma. Sábado, 12 de septiembre de 2009
Hoy es un día especial a bordo del Oceana Ranger. Es nuestro primer contacto con La Palma y además tenemos invitados. Nos visitan Marta Madina, directora de comunicaciones de Oceana Europa, y Carlos un periodista de la revista XL Semanal que realizará un artículo sobre la campaña. Recibimos a nuestros invitados y después de las obligadas presentaciones en un ambiente de cordialidad partimos rumbo norte a Punta Cumplida.
Las inmersiones hoy se realizarán solo con el ROV y la rutina es siempre la misma. Los operarios del vehículo remoto realizan una serie de chequeos para prevenir fallos y averías. Un hipotético fallo en cotas de más de 500 metros se podría complicar con un enganche en las escarpadas paredes submarinas. Todo el mundo se sorprende cuando aprecian las profundidades que se alcanza tan cerca de la costa. Nada que ver con otros lugares donde hemos realizado campañas en años anteriores. Las Islas Canarias tienen poca plataforma y eso se nota especialmente en La Palma.
El mar empeora un poco y el viento hace más difícil el control del barco y a su vez el del ROV. Todo lleva su ritmo rutinario y las horas de inmersión van sucediéndose. Ana de la Torriente y Ricardo Aguilar disfrutan mucho. El punto culminante del día es cuando localizamos un coral negro (Bathypathes sp.) junto a un alcionáceo (Anthomastus sp.) sobre el fondo rocoso. Disfruto mucho al verles tan excitados por esta identificación de dos especies no descritas para el archipiélago canario.
De regreso a la marina en Santa Cruz de la Palma para pasar la noche miro las caras de nuestros invitados y reflejan el cansancio de tantas horas en el mar. Una jornada de trabajo puede ser agotadora en un barco y en el Ranger aprovechamos bien el tiempo.
Hoy nos toca cenar fuera y mañana habrá doble inmersión para los buceadores. Aunque me apetece trasnochar un poco, decido irme a dormir temprano para estar fresco para la jornada siguiente. El buceo es mi pasión pero soy consciente que las condiciones cambiantes del mar pueden hacer que el más sencillo de los buceos se convierta en una situación peligrosa. Mejor descansar porque en un barco nunca se sabe cuando podrás hacerlo.