junio 5, 2005
La migración de las tortugas marinas y el caso de Lucky. Domingo, 5 de Junio de 2005
Hoy nos hemos cruzado con una pequeña tortuga que iba nadando en solitario. Lo que me ha recordado que estamos navegando en la principal ruta migratoria de las tortugas marinas.
Hasta hace relativamente poco, se desconocía cual era el ciclo de vida de las tortugas marinas y no fue hasta 1986, cuando el biólogo estadounidense Archie Carr –uno de los mayores expertos en tortugas marinas del mundo- dio a conocer su teoría de que las tortugas que efectuaban la puesta en playas norteamericanas, realizaban un migración de ida y vuelta a lo largo de todo el Atlántico utilizando la Corriente del Golfo. Y digo de ida y vuelta, porque las tortugas vuelven a desovar a la misma playa donde nacieron. En 1993, los investigadores españoles Ricardo Aguilar, Julio Más y Xavier Pastor –dos de ellos actualmente miembros de Oceana- corroboraron esta hipótesis, aportaron nuevos datos de las poblaciones del este mediterráneo.
Un detalle curioso que ha podido estudiar el investigador Marcos Santos, de la Universidad de las Azores, es como las tortugas, al igual que muchos otros animales marinos, se ven atraídas por la presencia de montañas submarinas, ya que alrededor de éstas hay gran presencia de nutrientes y eso hace que frecuenten estas zonas para alimentarse. Es más, a mayor inclinación de la pendiente de la montaña, mayor productividad. Y como recordaréis, estamos en la Macaronesia, zona de montañas y volcanes submarinos.
La principal amenaza que tienen las tortugas marinas es la muerte al quedar accidentalmente atrapadas por los anzuelos de la pesca de palangre, arte que se utiliza para la captura de túnidos y peces espada. Oceana está trabajando para reducir las capturas accidentales de tortugas marinas en ambos extremos del Atlántico. Se han propuesto diversas modificaciones del aparejo de pesca y cebo, zonas y épocas de veda, cambios en la hora en que se cala el palangre, etc., para intentar reducir el enorme volumen de capturas accidentales de tortugas que se producen en el mundo. No hay que olvidar que todas las tortugas marinas están consideradas especies en peligro de extinción.
Una de estas propuestas es la utilización de anzuelos circulares, con forma de ” G “. Lo que en un principio surgió en Japón como una propuesta para reducir los accidentes laborales de pescadores, que se hieren fácilmente con los anzuelos en forma de ” J “, se vio también como una forma de reducir la captura accidental de tortugas. Es más difícil que la tortuga los muerda y en tal caso, suelen quedarse clavados en la boca, sin ser ingeridos hasta el esófago. Hoy en día en la pesquería de pez espada en los Estados Unidos han sustituido completamente los anzuelos en forma de ” J ” por los de forma de ” G “, y Oceana persigue que esa sustitución se implante también en Europa, junto a otras modificaciones en la pesquería del palangre.
Durante nuestro encuentro con el investigador Marcos Santos, alumno de Archie Carr de la Universidad de Florida, nos habló de sus trabajos experimentales sobre capturas de tortugas por palangre con diferentes tipos de anzuelo. Nos comentaba que la localización del anzuelo en el cuerpo de la tortuga era determinante en relación con los niveles de mortalidad. Además dicha localización parece alterar el comportamiento migratorio, ya que las tortugas con anzuelos en el esófago, extrañamente desvían su trayectoria hacia el este, en contra de las tortugas anzueladas en boca o garganta, que a parte de ser mas visible el anzuelo y tener mayores posibilidades de extracción por parte de los pescadores, continúan sus movimientos migratorios normales.
Durante nuestra estancia en Faial, tuvimos noticia del proyecto de la tortuga Lucky, una tortuga boba cautiva en un acuario danés durante 5 años que fue devuelta al mar en las Azores en septiembre de 2004, como parte de un estudio sobre la viabilidad de la puesta en libertad de tortugas que han estado en cautividad. Con un transmisor instalado en su caparazón, Lucky está siendo seguida por el proyecto danés NERI. Cuatro meses más tarde de su liberación, ha sido encontrada camino a las playas de Trinidad en Venezuela, hacia donde salió disparada sin ninguna duda, mientras otras tortugas marcadas –y que no habían sufrido cautividad- se quedaban merodeando por la zona de las Azores. El proyecto y el seguimiento de la tortuga Lucky, puede verse por Internet en http://seaturtles.trackit2test.cubitech.dk/main.