mayo 9, 2012
La cosa se está enfriando
Nuestro objetivo de hoy han sido varios puntos del Northern Baltic Proper. Rompió las hostilidades el ROV en un fondo de rocas sueltas por debajo de los 30 metros, casi sin mejillones y con aun menos peces: ninguno. Parecía una cantera de piedra submarina, así que los científicos no tuvieron mucho trabajo que digamos. A los buzos nos fue algo mejor en nuestra inmersión: sobre un fondo máximo de 18 metros cubierto de mejillones azules, encontramos algunos peces escorpión de cuatro cuernos (Triglopsis quadricornis, Probablemente el pez más feo del Báltico), un par de Peces escorpión de cuernos cortos (Myoxocephalus scorpius, que tampoco anda sobrado de belleza) y varios peces mantequilla (Phollis gunnellus), que son los más guapos del lugar.
Esta va a ser seguramente la constante en nuestro camino hacia el norte: la diversidad que observamos en el Kattegat va menguando al mismo ritmo que decrece la salinidad y la temperatura del agua. Esto último es una faena para los buzos, para que nos vamos a engañar, más cuando los chicos del ROV se quejan si les abres la puerta del “Centro de Control”, más conocido como “Container”, porque les entra el aire frío del exterior… mira que son flojos.
Para rematar el día, antes de los inevitables Draga & CTD, El ROV descendió a una pequeña fosa en la que se alcanzaron los 117 metros y donde, sorprendentemente, encontramos una gran cantidad de escorpiones de cuatro cuernos: hasta 45 ejemplares contabilizaron los científicos, lo cual condujo inevitablemente a bautizar el lugar como “El hoyo de los 180 cuernos”. Una abundancia de peces inusual, mucho más tratándose de tanta profundidad. Por lo demás, un bacalao solitario, que debía sentirse extraño entre tanto cuerno, y un par de peces “viruela” (Zoarces viviparus).