mayo 16, 2012
Focas muertas
Comienza un día normal en la expedición. Preparamos nuestros equipos para ir a bucear en un pequeño islote al sur de las islas Åland. Después de desayunar lanzamos las dos neumáticas al agua y nos disponemos a cargar todo el material en ellas. Uno de los alicientes de esta inmersión es una pequeña colonia de focas grises. Por lo general estos animales son esquivos con los fotógrafos submarinos y huyen despavoridos cuando nos ven.
Nada nos tenía preparados para lo que encontramos en el fondo de rocas de este islote. Al menos una docena de focas muertas que distaban una veintena de metros entre sí. La mayoría de ellas aparentaban tener unos seis meses de edad aproximadamente. Mientras realizamos el muestreo se nos rompía el corazón al ir encontrando un cadáver tras otro. Sin embargo, al revisarlos detenidamente no mostraban signos externos de violencia, por lo que de momento desconocemos las causas de tan alta mortandad.
Antes de finalizar la inmersión me dirijo hacia la colonia de focas que viven en la orilla del islote. Puedo ver algunos ejemplares adultos bajo el agua. Aparentemente se encuentran en buen estado de salud y no muestran signos de enfermedad o intoxicación.
Ahora comienza otra parte de la investigación. Se tratará de averiguar el motivo de tan alta tasa de muerte en ejemplares jóvenes en esta colonia de focas grises. Pero ese ya no es mi trabajo. El mío consiste en documentar escenas como las de las fotografías que acompañan a este diario. Aunque en ocasiones sea tan doloroso.