junio 1, 2012
Explorando una red de pesca
Hoy estamos trabajando en Polonia. El parte meteorológico para hoy es de vientos por encima de los 30 nudos, constantes. De hecho ayer noche ya empezó a soplar y la ola, aunque aún es pequeña, ya ha empezado a formarse. La zona de trabajo está protegida, pero podemos ver las rachas de viento arrastrando el agua de la superficie. A lo lejos vemos los típicos borreguillos, esa espuma que se forma en la cresta de las olas, que advierten de vientos fuertes.
El ROV se mueve sin problemas y después de realizar el recorrido marcado vuelve a cubierta y nos vamos a desayunar. Tras el desayuno los buzos nos equipamos y montamos en las neumáticas para dirigirnos más cerca de la costa e inspeccionarla, tanto en superficie como debajo de ella. Encontramos una red de pesca y nos sumergimos para filmar de qué tipo es y cómo está trabajando. La visibilidad es pésima. Está en una profundidad de entre 9 y 6 metros sobre fondo de fango. La temperatura del agua aquí es de unos 11º. Después de buscar durante casi 20 minutos encontramos que está repleta de bacalaos, peces planos y… tras 75 minutos de inmersión salimos para desplazarnos a los dos siguientes puntos de ROV, también a resguardo de las olas, pero cada vez más cerca del exterior.
Una vez finalizados los otros dos ROV, salimos al exterior, dejando atrás la protección de la costa. El capitán nos recuerda por megafonía que la mar será gruesa y que debemos asegurar el material tanto personal como de trabajo si no queremos verlo volar. A medida que estamos más expuestos a la mar, el barco va cabeceando más y la gente va desapareciendo a sus camarotes. Algunos nos dirigimos cámara en mano a filmar cómo la proa, que está a unos 5 metros sobre el nivel del mar, desaparece bajo el mar entre las olas. Un espectáculo increíble que rocía de agua salada la cubierta del Hanse y ataca los estómagos de los que estamos dentro. La noche va a ser agitada. Cuanto más tiempo pase más formada estará la mar y más se moverá el barco. Veremos cómo dormimos entre los saltos y balanceos, hoy habrá que agarrarse fuerte a la almohada para no caer al suelo.