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julio 20, 2006

En la Isla Ferrera

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Hemos pasado la noche fondeados en el cráter del volcán que da origen a Isla Grossa. Durante toda la noche, las pardelas nos han “amenizado” con su llanto: ese sonido que emiten que se asemeja a un bebe llorando. Por suerte, durante la noche la temperatura ha sido mas agradable y nos ha permitido quitarnos de encima el calorazo que hemos sufrió durante todo el día.

En este nuevo día de inmersiones nos hemos dirigido a la Isla Ferrera. Aquí queremos filmar y fotografías con detalle algunas especies que ya hemos identificado antes, por lo que esta vez iremos preparados con el macro.

El fondo es también rocoso y, nuevamente, el alga parda Dictyopteris membranacea es la que domina en este manto vegetal que cubre toda la zona. Entre medias, cada vez son mas frecuentes las llamadas algas espárrago (Asparagopsis sp.). En los ultimos15-20 anos, dos especies de estas algas rojas se han introducido en el Mediterráneo y en aguas europeas. Asparagopsis armata es una especie australiana que ahora ya cubre extensas zonas en el Atlántico y Mediterráneo, mientras que Asparagopsis taxifolia es de aguas calidas, mas bien tropicales, pero que también se esta haciendo un hueco en aguas mas septentrionales. Son parte de esa “globalización” que se esta dando en muchos ecosistemas a causa del transporte de especies de una parte a otra del mundo a través de las aguas de lastre o los cascos de los barcos, o bien que van invadiendo nuevos ecosistemas cuando se dan las condiciones adecuadas.

En estos fondos, nos detenemos a documentar algunas especies de cnidarios (corales, gorgonias, anémonas, etc.). Nos topamos con algunas colonias de pequeños corales estoloniferos de diferentes especies que parecen ser Clavularia crassa y Rolandia rosea. Un poco mas allá, unos corales solitarios a los que se denomina como claveles de mar (Caryophyllia sp.) por su forma cónica y que aquí se dejan entrever en un manto de esponjas. También apreciamos una pequeña colonia de la madrépora mediterránea (Cladocora caespitosa). Esta se ha buscado un hueco entre las rocas, al igual que también han hecho unas anémonas que queremos identificar detenidamente, pero que parecen de la familia Sagartidae, es decir, las que son comúnmente conocidas como anémonas margarita por su gran cantidad de tentáculos en varias hileras dispuestos como si fueran pétalos.

Tampoco nos falta en esta muestra las curiosísimas anémonas tubo (Cerianthus sp.), que, como su nombre indica, viven y se pueden retraer dentro del tubo que forman a su alrededor segregando una mucosidad que les permite atrapar granos de arena y otros restos para construirse su vivienda. A veces son de gran tamaño y el tubo puede adentrarse en el sustrato hasta casi un metro.

Y para continuar con las cnidarios, un grupo de anémonas comunes (Anemonia sulcata), y entre ellas hemos encontrado al “pez payaso” mediterráneo. Es un gobio (Gobius bucchichi) que como los peces payaso auténticos del Pacifico tropical, vive en simbiosis con esta anémona pudiéndose introducir entre sus tentáculos sin recibir daño.

Pero como no solo de cnidarios esta hecho el océano, aprovechamos para documentar a la escondida almeja arca de Noe (Arca noae) que tan difícil es de encontrar al estar siempre camuflada cubriéndose sus conchas con esponjas, algunos gusanos poliquetos (Serpula vermicularis) sacando sus branquias en forma de abanico por el tubo donde viven, los cangrejos ermitaños (Dardanus calidus) transportando su caracola-casa. Y a nuestro alrededor, algún que otro mero (Epinephelus marginatus) y pequeños bancos de corvinas (Sciaena umbra), todos ellos bastante esquivos. Las doncellas (Coris julis) y los peces verdes (Thalassoma pavo) por el contrario están bastante agitados. Los peces verdes haciendo correrías por el vecindario comiéndose las puestas de otros peces, y las doncellas peleando entre si… A lo largo del día, otras muchas especies irán siendo identificadas según analicemos las imágenes.

Estos fondos dan una impresión mas monótona pero, no deja de ser sorprendente lo agradecido que es el mar y la cantidad de vida que pueden albergar estos parajes en los que los seres humanos les hemos dado una tregua.

A última hora de la tarde, la gente de la Guardería de la Reserva Marina de Columbretes nos guía hasta los lugares mejores para las inmersiones de mañana. La verdad es que estamos recibiendo un trato muy amable y nos están facilitando mucho el trabajo, algo que es de agradecer sinceramente.