agosto 8, 2010
Emile Baudot, día primero. Campos de rodolitos y concentraciones de Gryphus vitreus.
Tercera y última de los montes del canal de Mallorca que exploraremos durante esta campaña. En este monte, debido a la distancia que lo separa de la costa –más de 40mn tanto a las Pitiusas como a Mallorca- la pesca se ha reducido en los últimos años a apenas algunos recreativos en busca de grandes trofeos, lo que aumenta las posibilidades de encontrar ecosistemas aún bien conservados.
Hemos realizado tres inmersiones de ROV, dos de ellas partiendo de profundidades de más de 600m y otra ya cerca de la cima, a unos 150m, para documentar las extensiones de rodolitos y coralígeno que existen en su cima. Gracias a la claridad de las aguas baleares, la luz del sol llega a penetrar tanto en el agua que permite la existencia de coralígeno hasta 150m, siendo lo normal que desaparezca a los 80-90m o, en aguas muy claras, hasta 100-110m, siendo por tanto excepcional su existencia a estas profundidades. Se trata de un campo de rodolitos espectacular donde la variedad de esponjas que encontramos es enorme. Estos invertebrados saben aprovechar perfectamente la escasez de alimento, desarrollándose aquí perfectamente.
En las zonas más profundas hemos hallado presencia elevada de braquiópodos de la especie Gryphus vitreus, formación ésta considerada como hábitat sensible por los expertos europeos en pesquerías. Por ello, su protección es de gran interés para la gestión pesquera, ya que su presencia y buen estado es importante para numerosas especies de interés comercial.