septiembre 24, 2006
Emile Baudot
Tras comprobar la batimetría de la zona por la noche, a primera hora de la mañana estamos listos para poner el robot en el agua. En la zona que hemos elegido hay 110 metros de profundidad y, aunque seguimos sin tener el tiempo que quisiéramos, las condiciones no son del todo malas para trabajar.
Encontramos fondos mezclados de arena, maërl y roca. Hay bastantes esponjas sobre el maërl y las rocas, mientras que los fondos detríticos de arena son ricos en diferentes crustáceos y peces, como ermitaños (géneros Dardanus y Pagurus), cangrejos nadadores (Portunus sp.), calapas (Calappa granulata) rubios (Trigloporus lastoviza), blenios (Blennidae), merluzas (Merluccius merluccius) y hasta una gallineta (Sebastes sp.).
Entre las rocas también vemos alguna brótola de roca (Phycis phycis), peces de tres colas (Anthias anthias), cabrachos (Scorpaena scrofa), varias galateas (Munida rugosa) y un cangrejo esponja (Dromia sp.). También hay algunos grandes ejemplares de hidrozoos cinta (Nemertesia ramosa). Y, otra agradable sorpresa: gorgonias dispersas de especies no muy frecuentes y de las que apenas se conoce su biología. Entre ellas identificamos a Callogorgia verticillata que suele estar a mas profundidad pero aquí esta a solo 114 metros, algunas Muriceides lepida y varias Spiminuricea klavereni. También nos ha parecido identificar una gorgonia del Mar del Norte (Swiftia pallida), pero no estamos seguros.
Tampoco faltan las esponjas, entre ellas una enorme oreja de elefante (Spongia agaricina), ni los restos de artes de pesca, como sedales que quedan enganchados en las rocas.