Amanecemos junto a la costa en aguas planas, mansas, cortadas solamente por nuestros patines. De pie en el barco se puede distinguir el fondo aún hasta los quince metros de profundidad, que ayuda a Ricardo en su búsqueda de praderas de fanerógamas.
Hoy estamos en un viaje de descubrimiento. Vamos a dos bajos o montañas pequeñas que salen en la carta náutica como puntos que ahora podemos describir en forma más detallada. El barco va girando y cruzando sobre el sitio para elaborar un mapa por medio de una máquina cartográfica (OLEX). Desde el punto de vista de cualquier barco en el área parecen muy extrañas nuestras navegaciones circulares, pero con cada paso conseguimos mejor información. La máquina “OLEX” toma datos de profundidad y los agrega dentro de una matriz geográfica. En las areas de la matriz donde no tiene datos toma el promedio de las celulas abordando el area y agrega datos nuevos cuando están disponibles. El resultado es un mapa detallado de los bajos en los que vamos a bucear.
Xavier y Ricardo están sentados al lado de la pantalla, mirando el mapa y dirigiendo al capitán Jordi en los giros requeridos para mejorar la imagen. Mientras estamos mirando aparecen nuevas puntas elevadas y grietas en alta resolución, en vivo y con la posibilidad de girar la imagen o mirarla de cerca. Es un juguete genial para los que les gustan los mapas. Ricardo la usa para inferir donde puede haber hábitats importantes y elegir los sitios más interesantes para la exploración con buceadores.