marzo 15, 2013
Dinamarca permite la destrucción de áreas marinas protegidas
A principios de mes, nos quedamos atónitos ante las noticias de que el gobierno danés había decidido renovar los permisos para dragar mejillones dentro de áreas marinas protegidas, algo que contrasta fuertemente con los objetivos de conservación del país.
Hanna Paulomäki, científica marina y project manager de la oficina de Oceana en el Báltico, comentaba esto sobre la extraña decisión: “Es inconcebible que Dinamarca haya vuelto a dar licencias para destruir el fondo marino dentro de un área marina protegida. Estas figuras tienen una función, proteger la naturaleza y la biodiversidad que hay dentro de ellas. Exactamente, ¿cómo prevé el gobierno danés cumplir con su protección si son ellos mismos quienes permiten su destrucción?”
La draga es un método pesquero destructivo que consiste en arrastrar por el fondo marino una pieza de metal con una red, rompiendo en mil pedazos todo lo que encuentra, incluyendo hábitats que tardan años o décadas en recuperarse. El área marina protegida en la que Dinamarca ha permitido acceder a las dragas pertenece al a red Natura 2000, que se diseñó para proteger los mejores activos marinos y terrestres de Europa según la Directiva Hábitats.
Los lechos de mejillones no están protegidos en esta directiva, pero crecen en arrecifes, que sí lo están. Los ecosistemas de mejillones Mytilus edulis son importantes porque muchas otras especies, como percebes, gusanos tubícolas, esponjas, cangrejos e incluso aves encuentran refugio y alimento en ellos.
Las áreas marinas protegidas deberían ser algo más que nombres y puntos sobre un mapa: constituyen un elemento crucial para recuperar los mares europeos y restaurar los stocks pesqueros, especialmente en el Báltico, que sufre tantas amenazas.