Esta mañana salíamos por la bocana del puerto deportivo de Rota a la hora prevista. El sol nos daba un respiro, escondiéndose tras algunas nubes y corría algo más de viento que días anteriores, lo cual era de agradecer.
Por delante se nos presentaba un día lleno de trabajo: ROV, draga, buceos, fotografía y vídeo tanto submarino como de superficie y para rematar, la semifinal del Mundial de fútbol entre las selecciones de España y Alemania.
A media mañana, el viento cogía intensidad y desde la neumática nos avisaron de que volvían a puerto. Las condiciones de la mar se estaban poniendo imposibles para poder trabajar con la claridad necesaria bajo el agua y temían que de ir a más, el oleaje impedía a los buceadores el poder subir a bordo de la neumática con la seguridad adecuada.
Por nuestra parte, desde el Oceana Ranger solamente pudimos hacer dos inmersiones de ROV antes de tener que volver a puerto. La predicción meteorológica para las siguientes horas anunciaba viento fuerza 5/6, lo cual imposibilitaba cualquier trabajo con el ROV; el izado a bordo sería una verdadera tortura, aparte del evidente riesgo de accidente de la tripulación que maneja el robot. No tuvimos más remedio que volver antes de lo previsto.
Una vez seguros en puerto, aprovechamos el día para hacer tareas de identificación, contestar correos pendientes, limpiar la cubierta, hacer la colada, duchas, y prepararnos para cenar fuera viendo el partido de fútbol.
Tras noventa minutos de tensión, aplausos, “mini vuvucelas” y muchas risas, la marea roja seguía su curso camino a la final del próximo domingo 11.
¡Suerte!