julio 31, 2017
Conociendo Holanda
Hoy hemos despertado en puerto. Tenemos nuevos compañeros –buzos holandeses–, aunque no hemos podido saludarles, ya que hemos tenido que abandonar el barco para dejarles sitio. Lo hemos hecho en parte con pena y en parte con ganas, con pena por dejar a nuestros compañeros unos días.
Pero tenemos ganas de conocer la ciudad más profundamente y llevarnos con nosotros un pellizco de la cultura de Holanda. Por cierto, realmente son envidiables: hay gran cantidad de gente en bicicleta y andando, gente en moto sin casco y muchos coches eléctricos y, sobre todo, mucho respeto, dando prioridad a la gente que va caminando y ciclistas.
Esto es todo lo contrario a España: muchos coches y motos sacando humo por todos lados, poca gente en bicicleta y poco respeto por la gente que va en bicicleta y andando. Sin duda nos han dado un escarmiento sobre las posibilidades que hay y lo bien que funciona una ciudad totalmente diferente.
Seguimos con la misma felicidad y ganas que al principio, pero ya no tengo conocidos en el barco – ya somos como una familia!