abril 25, 2005
Brendal, nuestro hombre en Bahamas. Lunes, 25 de Abril de 2005
El Oceana Ranger estará fondeado los próximos cinco días en la Isla de Abaco, en el lugar denominado Green Turtle Cay. A primera hora de la mañana nos reunimos con Brendal, un bahameño que desde hace más de veinte años es toda una institución en la zona, pues conoce estas aguas como la palma de su mano, y nos va a ayudar a localizar los mejores puntos de inmersión. El plan de aquí al próximo viernes es seguir en busca de las tortugas, sobre todo de la tortuga boba ( Caretta caretta ).
Oceana está trabajando intensamente, a ambos lados del Atlántico, para evitar las elevadas capturas accidentales de esta especie, pues se estima que cada año unas 40.000 tortugas – muchas de ellas procedentes de la zona donde nos encontramos ahora con el Ranger – caen atrapadas en los anzuelos de los palangreros que faenan en el Mediterráneo. ! Y solo en el palmarés de los españoles se contabilizan unas 20.000 de estas capturas ! Aunque los pescadores no desean hacerles daño, siguen utilizando unos anzuelos muy dañinos, en forma de ” jota “, que causan estragos. Si recordáis, el pasado año Carlos Pérez, que ahora es primer oficial a bordo del Ranger, estuvo en un palangrero para documentar el problema. Ahora, los biólogos e investigadores de Oceana están trabajando en una serie de proyectos, para que los gobiernos y autoridades europeas obliguen a cambiar los anzuelos de ” jota ” por anzuelos circulares en forma de ” g “.
No sabemos si lo conseguiremos, pero esta es la razón por la que intentamos encontrar a las tortugas bobas en Bahamas, antes de que empiecen su larga migración hacia el Mediterráneo.
” Soy un chico del agua ”
Mientras Nuño, Carlos, Bibi y David se quedan en el Ranger, para solucionar la avería del motor de babor, Ricardo y yo nos vamos con el equipo de buceadores ( Mar, Houssine, Sole y José Carlos ). Para esta primera salida Brendal nos recomienda el bote del capitán Willis, quien nos guía primero hacia Fiddle Cay ( Cayo Violín ). Willis ha vivido aquí los 35 años de su vida. ” I am a ‘ water boy ‘ ” . ” Soy un chico de agua ” – confiesa con una sonrisa de oreja a oreja – ” no aguanto más de dos semanas en la ciudad “. Hemos quedado tan contentos con su trabajo que nos gustaría repetir.
Entre aguas calmas y cristalinas, que oscilan entre los azules-verde oscuros y los azules-verde turquesas hemos estado analizando tres hábitats diferentes: un arrecife-barrera, una cresta de algas pardas y un prado marino de fanerógamas. En el primero dominaban los corales duros del género Porites, en especial el coral mostaza ( Porites astreoides ), coronado por corales cuerno de alce ( Acropora palmata ). ” Algunos de estos impresionantes corales, cuyo tronco tenía entre 15 y 20 centímetros de diámetro, habían sido arrancados de cuajo. La sensación al verlos destrozados ha sido desoladora “, comenta Ricardo. ” Había trozos de redes enganchados en los corales cercanos. La causa de tales destrozos estaba clara “.
En la cresta de algas pardas dominaban los sargazos ( el Sargassum platycarpum, diferente al que encontramos el otro día en Bimini) y dyctiotales ( Stypopodium zonale y Padina spp. ). Había muchísimos juveniles, especialmente doncellas y labridos. Y por último, un prado mixto de fanerógamas ( Thalassia testudinum y Syringodium filiforme ).
¡ Tortuga a estribor !
Grita alguien nada más situarnos sobre el prado de fanerógamas. ¡ Por fin ! Parece una tortuga verde, pero no estamos seguros. Intentamos no perder su trayectoria mientras Mar y Houssine preparan sus equipos de buceo para lanzarse tras ella. Antes de zambullirse, la camarógrafa de Oceana nos advierte, muy seria, que ni se nos ocurra tirarnos tras ellos. Los que buceamos con snorkel cumplimos sus órdenes y esperamos impacientes sobre cubierta. Al final, desilusión. Mar solo ha conseguido filmarla de lejos.
La tortuga verde ( Chelonya midas ) es la única tortuga marina que es herbívora. Mientras que la tortuga carey mordisquea las esponjas, como ya hemos visto en días anteriores, la verde tiene el labio aserrado para poder cortar los vegetales, el denominado ” pasto de tortugas ” ( Thalassia testudinum ), típico de esta zona. También a diferencia de la tortuga boba y de otras tortugas marinas, la verde no es migradora en grandes distancias.
En el prado de fanerógamas había muchos equinodermos, como el erizo bizcocho ( Clypeaster rosaceus ), la estrella cojín ( Oreaster reticulatus ), y peces como el pargo perro ( Lutjanus jocu ), característico por sus bandas negras que le cruzan los ojos.
Tras siete horas de trabajo en el mar, volvemos a Green Turtle Cay escuchando historias de Willis. Generaciones de su familia han vivido aquí. ” Mis abuelos comían tortugas, en sopa o rebozada. Yo mismo recuerdo haberlo hecho siendo pequeño. Y aunque todavía quedan algunos restaurantes de la zona que la ofrecen como plato exquisito, afortunadamente la mayoría de los bahameños comprendemos que hay que protegerlas “.