Report | abril 28, 2010

Thonaille: El uso de redes de deriva por la flota francesa del Mediterráneo

En 1989 la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) acordó una resolución por la cual se instauraba en 1992 una moratoria internacional en el uso de redes de deriva en alta mar; la primera medida que se adoptada en el mundo contra un arte de pesca. A raíz de esta decisión, diferentes gobiernos establecieron leyes para dar cumplimiento al mandato de AGNU y, en el caso de la Unión Europea, con 10 años de retraso, entró en vigor un Reglamento que pretendía poner fin al uso de estas redes en la flota comunitaria. Hoy, el uso de redes de deriva persiste en varios lugares del mundo, constituyendo una amenaza para la conservación de cetáceos, elasmobranquios, tortugas y aves marinas, y cuestionando la viabilidad de las medidas adoptadas en gestión pesquera. Oceana trabaja desde sus orígenes en Europa para la erradicación de este arte de pesca ilegal en aguas del mar Mediterráneo, actualizando cada año la información recabada sobre estas flotas durante las campañas realizadas sobre el terreno.

Francia es uno de los países comunitarios del Mediterráneo donde este arte de pesca persiste años después de la entrada en vigor en 2002 de la prohibición en la Unión Europea. A diferencia de otros países como Italia, esta flota ha contado durante este periodo de ilegalidad con el apoyo y beneplácito de las autoridades francesas, desde el ámbito público y legal, de forma que en la actualidad el Estado francés puede ser sancionado por la Unión Europea por no ejercer su deber de control sobre este arte ilegal.

Este documento pretende presentar hechos objetivos y cuantificables en los foros de discusión sobre el uso de redes de deriva por parte de la flota francesa del Mediterráneo: marco legal, número de embarcaciones y ámbitos de actividad. El objetivo principal consiste en proporcionar a los actores interesados una visión, general a la vez que detallada, del estado de más de 92 embarcaciones con base en puertos del Mediterráneo que continúan con el uso de este arte de pesca ilegal, con el fin de mostrar que no existe ninguna causa que justifique una exención para esta flota en el cumplimiento de la prohibición del uso de redes de deriva.