Report | noviembre 29, 2011
La pesca de arrastre: una pesca en decadencia que necesita de una urgente racionalización
La pesca con artes de arrastre es la más importante en volumen de capturas de las Illes Balears. Aunque solamente representa el 13% de las 392 embarcaciones que componen la flota de las islas, es la modalidad que obtiene más capturas e ingresos de primera venta, representando el 61% y 64% respectivamente sobre el total de la pesca extractiva del archipiélago.
Sin embargo, el arrastre de fondo es un arte destructivo que esquilma el lecho marino y que no cuenta con un marco de gestión apropiado para asegurar la sostenibilidad de los recursos que explota. Estas embarcaciones arrastran sus redes armadas de pesadas puertas por el fondo marino, destruyendo los hábitats bentónicos que encuentran a su paso, cuya integridad en muchos casos es crucial para la supervivencia de las especies comerciales.
El arrastre de fondo es además un arte de pesca poco selectivo, con altas tasas de capturas accidentales o by-catch, que frecuentemente son devueltas muertas al mar como descartes debido a su bajo interés comercial o por tratarse de juveniles.
Cada año se arrastra en el Promontorio Balear una superficie del fondo marino equivalente, como mínimo, a la superficie total emergida de las islas Estos impactos ambientales, junto con la ausencia de una gestión adecuada para la explotación de los recursos, han dado lugar a que todas las especies comerciales objetivo del arrastre que han sido evaluadas se encuentren actualmente sobreexplotadas.
Adicionalmente, la pesca de arrastre resulta ser la modalidad menos eficiente en términos económicos. La elevada potencia de motor que emplea esta flota implica un alto consumo de combustible, el doble del que necesitan las embarcaciones de pesca artesanal. Además, es la pesquería que más subvenciones ha recibido durante la última década, valorándose éstas en tres veces más que las recibidas por parte de la pesca artesanal en las Illes Balears, a pesar de que la artesanal genera el doble de empleos directos que la de arrastre.
El estado de los recursos pesqueros, la progresiva destrucción de los fondos marinos y la baja rentabilidad económica de la pesca de arrastre obligan a establecer medidas contundentes y urgentes que disminuyan el esfuerzo pesquero sobre los recursos demersales de las Illes Balears. Además, es esencial proteger los hábitats vulnerables y las fases críticas del ciclo reproductivo de las especies explotadas, mejorar la selectividad del arte, eliminar los descartes y minimizar el impacto generado sobre los hábitats marinos para poder garantizar el futuro de los recursos y la actividad pesquera.