Report | abril 28, 2010
Estudio bionómico de Cabrera
En el verano de 2007 se llevó a cabo un estudio bionómico de los fondos marinos profundos al norte, este y sur del archipiélago de Cabrera, incluyendo tanto aguas del Parque Nacional Marítimo-Terrestre, como de la Reserva Marina de Mitjorn, y zonas aledañas fuera de las áreas protegidas.
El muestreo se realizó por medio de un vehículo operado por control remoto (ROV), a bordo del catamarán de investigación Oceana Ranger, con el que se analizó el bentos y comunidades existentes en tres áreas que cubrían unas 8.000 hectáreas.
Entre los hallazgos más destacables de este trabajo pueden mencionarse:
- La presencia de importantes hábitats, como bosques de laminarias, coralígeno, fondos de maërl, campos de nidos de centracántidos, campos de ofiuras, jardines de gorgonias o acúmulos de restos de fanerógamas marinas; así como especies protegidas, como coral rojo (Corallium rubrum), coral negro (Antipathes sp.), esponja oreja de elefante (Spongia agaricina), caracola tritón (Charonia lampas), langosta (Palinurus elephas), etc.
- El fuerte impacto del arrastre de fondo, en especial en las zonas situadas al norte y este del archipiélago, que ha dañado algunos de los lechos más biodiversos y ha sido motivo de la reducción del coralígeno, el maërl y las laminarias de la zona.
- La presencia de basuras y restos de aparejos de pesca en todos los cuadrantes estudiados.
- La identificación de alrededor de 300 especies diferentes sobre estos fondos.
- El descubrimiento de un gran bosque de laminarias mediterráneas (Laminaria rodriguezii); especie exclusiva de este mar y protegida por los convenios internacionales.
- El hallazgo de algunos restos arqueológicos y de interesantes formaciones geológicas.
Los datos obtenidos han permitido establecer una serie de recomendaciones resumidas a continuación:
- La necesidad de aumentar el área protegida, incluyendo, como mínimo, la zona Este, aledaña al archipiélago de Cabrera, donde se encontró la mayor diversidad de hábitats y especies.
- La urgencia en proteger los hábitats marinos más importantes y vulnerables, como bosques de laminarias, maërl, coralígeno, etc., así como hábitats esenciales y sensibles, como los campos de nidos de centracántidos o los de ofiuras.
- El establecimiento de planes de recuperación para hábitats y especies amenazadas.
- La prohibición del arrastre de fondo en áreas protegidas y sobre hábitats vulnerables.
- La inclusión de fondos batiales y abisales en futuros planes de conservación.
- El seguimiento del impacto de especies invasoras, como las algas Lophocladia lallemandi, Asparagopsis spp. y Caulerpa racemosa.