Report | mayo 27, 2010
El Mediterráneo Balear: más limpio, más vivo
Una estrategia para la recuperación y conservación del mar de Les Illes Balears.
La actual delimitación de las aguas marinas bajo competencia de la Comunidad Autónoma, caracterizada por las líneas de base “entre puntas” es absurda. No tiene ningún sentido ecológico ni permite la ordenación pesquera racional y coordinada que requiere un ecosistema separado del continente por grandes profundidades y que justifica totalmente una gestión integrada y diferenciada del mismo. El Govern de les Illes Balears debería, en la negociación de modificación del Estatut, reclamar una nueva delimitación de las aguas autonómicas. Estas deberían ajustarse a los límites señalados en el teórico “Pla de Pesca” del Govern o a una isobata que, como mínimo, debería alcanzar los 1000 metros de profundidad para permitir la gestión integrada y no interrumpida del mar que rodea las Illes Balears.
Hay que decir que siempre que se reclaman nuevas competencias para una Comunidad Autónoma, preocupa a los conservacionistas que el acceso a las mismas por parte del Gobierno autonómico correspondiente redunde en un debilitamiento de las leyes y prácticas medioambientales anteriormente controladas por el Gobierno del Estado. Esa es desgraciadamente la experiencia que se ha tenido en la gestión urbanística, la protección de las costas y la conservación de los espacios naturales en muchos casos. Los gobiernos autonómicos se encuentran inevitablemente más sometidos a las presiones locales, al clientelismo electoral y a los intereses más próximos que el Gobierno del Estado. Por ello, al reclamar la ampliación de las aguas autonómicas, el Govern de les Illes Balears debería hacer una declaración inequívoca de su voluntad de gestionar de una forma más sostenible y conservacionista que la actual el patrimonio natural marino y sus recursos pesqueros, lo cual –por otra parte- no parece un objetivo difícil de cumplir.