Isla de Alborán
La isla de Alborán es la cima de un monte que existía ya antes del nacimiento del mar Mediterráneo hace cinco millones de años. La isla sólo mide 550 metros de largo y 290 de ancho. A pesar de su tamaño, la isla tiene una larga historia de uso humano debido a su localización estratégica a mitad de camino entre el sur de España y el norte de Marruecos.
Se cree que los antiguos griegos mantenían una luz en la isla desde el año 900 a.C., que permitía que los barcos pasarán la isla sin peligro en su camino hacia el Estrecho de Gibraltar. Debido a su pronunciada costa, sólo hay dos muelles para barcos en la parte sur de la isla.
Se han detectado zonas de una alta diversidad de especies en el Mar de Alborán. Estas zonas se caracterizan por la presencia de especies del Mediterráneo y el Atlántico, así como componentes de la fauna norteafricana y algunas especies endémicas. Por ello, la isla de Alborán fue catalogada como reserva protegida de la naturaleza en 1967 debido a su importancia ecológica.
En la isla vive una de las especies marinas más amenazadas del Mediterráneo, la lapa Patella Ferrunginea, así como el delfín mular y varias especies de coral. La isla es también uno de los lugares de reproducción más importantes para aves marinas del sur de España, y sirve como un importante lugar de parada para aves migratorias en su viaje entre Europa y África.
Entre las especies de aves están la gaviota de Audouin y la gaviota reidora, el paíño europeo, alcatraces, alcas comunes, golondrinas y frailecillos. En el mar encontramos delfines, ballenas y tortugas marinas, así como una gran variedad de peces y crustáceos como gambas, besugos y merluzas.
En el sureste de la isla se ha encontrado el amenazado coral rojo (Corallium rubrum). También hay amplias praderas de plantas acuáticas (Posidonia oceanica), protegida por la Unión Europea y hábitat y nutriente de muchas especies marinas.