Corales y esponjas de profundidad
Los corales y esponjas de profundidad son unos de los animales más antiguos, crecen sólo unos pocos milímetros anuales y pueden llegar a vivir miles de años. Recientemente los científicos han descubierto que la mayoría de las especies de coral que se encuentran en los océanos viven en aguas profundas o frías.
Los corales de profundidad se suelen encontrar en márgenes continentales y cordilleras, montañas y cañones submarinos. Algunos corales crecen juntos formando pequeños arbustos o abanicos, mientras que otros forman colonias como arrecifes o grandes árboles. Dos tercios de todas las especies de coral son de aguas profundas.
Los corales y esponjas de aguas profundas son esenciales para la salud de los océanos, porque mantienen la biodiversidad marina y la sostenibilidad a largo plazo de especies de peces comerciales. Los corales de aguas profundas pueden formar arrecifes y jardines esenciales para muchas especies oceánicas (no sólo peces) ya que ofrecen cobijo, protección contra las corrientes fuertes y los depredadores, viveros para los juveniles, así como zonas de alimentación y reproducción para una infinidad de criaturas marinas.
Los hábitats de coral de aguas profundas son muy sensibles a la cada vez mayor actividad humana, especialmente al impacto de las pesquerías de arrastre en zonas de aguas profundas. Con sólo pasar una vez, las redes de arrastre de fondo pueden acabar con siglos de crecimiento.
Las redes de arrastre de fondo y las dragas son especialmente peligrosas para los corales de aguas profundas que se encuentran en cañones y zonas situadas a lo largo de la plataforma continental. La pesca en esos lugares utilizando las redes de arrastre destroza rápidamente amplias zonas de corales y esponjas de profundidad y pueden tardar siglos en volver a crecer. O pueden no volver a crecer.