El efecto invernadero
La Tierra es habitable gracias a un manto protector de gases de efecto invernadero que se extiende a su alrededor. Este manto retiene el calor procedente del sol y hace que la Tierra permanezca en una temperatura óptima para la existencia de la vida. Si este manto se vuelve demasiado grueso o demasiado delgado, la temperatura de la Tierra reaccionará con temperaturas extremas para la vida humana. Esto es lo que está ocurriendo en la actualidad, a causa de los miles de millones de toneladas de gases contaminantes que las actividades humanas liberan a la atmósfera, en particular el dióxido de carbono.
Aproximadamente un 30% del calor que llega a la Tierra desde el Sol vuelve al espacio por efecto de la reflexión en nubes, nieve, hielo, océanos y otras superficies. El 70% restante es absorbido por la Tierra, el aire y los océanos. Esta absorción calienta la superficie terrestre, la atmósfera y los mares y permite la existencia de vida.
El calor absorbido por la Tierra, el océano y la atmósfera no se retiene para siempre, ya que esto podría provocar un aumento de la temperatura hasta llegar a ser insoportable. Las rocas, el aire y el mar emiten un porcentaje del calor que se pierde en el espacio. Sin embargo, un pequeño componente del calor queda bloqueado por el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, que es devuelto a la superficie terrestre. Este proceso se llama efecto invernadero. En condiciones normales, el efecto invernadero es positivo, ya que permite que el planeta mantenga una temperatura óptima para la existencia de vida en torno a los 15oC.
Las centrales eléctricas, la tala de árboles y los combustibles fósiles incrementan el efecto invernadero, lo que provoca un calentamiento global de la Tierra. Desde la Revolución Industrial, los humanos han emitido unos 300.000 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Este aumento de los gases de efecto invernadero está superando la capacidad natural que tiene la Tierra de regular la temperatura, por lo que el planeta es cada vez más cálido.
Mientras la población mundial crezca y los niveles de desarrollo y consumo aumenten, la cantidad de gases que se producen seguirá en aumento, a menos que actuemos rápidamente. Muchos científicos han advertido que nos estamos acercando a un punto de no retorno. Si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero antes de llegar al límite, resultará imposible evitar el cambio climático.