La navegación y las partículas en suspensión procedentes de la combustión
Además de dióxido de carbono (CO2), los barcos emiten varios contaminantes que propician el calentamiento global, como partículas en suspensión, óxidos de nitrógeno (NOx) y óxido nitroso (N2O). Todos estos contaminantes contribuyen al cambio climático tanto directamente, actuando como agentes que retienen el calor en la atmósfera, como indirectamente, al fomentar la creación de más gases de efecto invernadero.
Estas finas partículas en suspensión, más conocidas como hollín, se crean por la combustión incompleta de un combustible fósil como el petróleo o el carbón. Los motores viejos y un escaso mantenimiento de éstos también contribuyen a una combustión incompleta.
Estas partículas calientan de manera importante tanto la atmósfera como la nieve o el hielo al depositarse sobre éstos, y contribuyen al calentamiento de dos maneras diferentes: a través de la absorción directa del calor en la parte superior de la atmósfera y reduciendo el albedo o reflexión de la Tierra. Al contrario que los gases invernadero, las partículas son sólidas, no un gas, y calientan al absorber la luz del sol en lugar de los rayos infrarrojos o terrestres.
Las partículas en suspensión absorben la luz y secan el aire circundante al evaporar el agua. Esta reducción del contenido de agua disminuye la reflexión de la luz solar y crear un efecto de calentamiento aún mayor en la atmósfera.