Rosa Aguilar arranca para España unas cuotas pesqueras en contra de las recomendaciones científicas

Los TAC aprobados por el Consejo de Ministros de Pesca ignoran el 35% de las recomendaciones científicas y dificultan el compromiso de la UE de alcanzar el rendimiento máximo sostenible de los recursos para 2015

Press Release Date: diciembre 15, 2010

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Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina

La reducción total de las capturas, inferior al 5%, resulta insuficiente para corregir la actual situación de sobreexplotación en la que sólo 11 stocks no son objeto de sobrepesca.

El Consejo de Ministros de pesca de la Unión Europea acordó anoche los Totales Admisibles de Captura (TAC) y cuotas de los principales recursos pesqueros para el Atlántico Noreste durante 2011. La organización internacional para la conservación marina Oceana quiere transmitir su preocupación al respecto, ya que los niveles de captura acordados resultan insuficientes para garantizar la explotación sostenible de los recursos pesqueros.

La decisión del Consejo de reducir las capturas totales para 2011 solo un 4,5% no resulta nada ambiciosa, ya que estos TAC no sólo no permiten el crecimiento de las poblaciones sino que van a provocar que la mayor parte de estos continúen sobreexplotados.

Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa, señala que “Rosa Aguilar ha conseguido que se autorice a España a pescar unos TAC de merluza, rape, cigala y boquerón muy superiores a lo recomendable según los datos científicos disponibles. Se trata de un comienzo no muy verde para la nueva ministra. Y, por su parte, la Unión Europea ha perdido otra oportunidad de apostar decididamente por la recuperación y la explotación sostenible de los recursos pesqueros. Una vez más, los aspectos ambientales han sucumbido a los intereses políticos y económicos”.

El principio de estabilidad relativa, uno de los instrumentos principales de la política europea en la asignación de las posibilidades de pesca, restringe a un máximo del 15% gran parte de las reducciones de totales de pesca al objeto de proporcionar estabilidad a los sectores dependientes de esta actividad. Desafortunadamente, este principio resulta en muchos casos contrario a las recomendaciones científicas y a la conservación de los stocks. De hecho, el Consejo en su propuesta para 2011 ignora aproximadamente el 35% de las recomendaciones científicas realizadas por el ICES.

Así, el Consejo ha aprobado reducciones máximas de un 15% a especies para las que los científicos recomiendan explícitamente una reducción mayor, como el jurel en el Mar del Norte, la solla en el Mar Céltico o la cigala en el Golfo de Vizcaya, entre otras. Por otra parte, este mismo organismo también ha desatendido la mayoría de las recomendaciones científicas de cierre de pesquerías, como las del bacalao y lenguado en el Mar de Irlanda; el arenque al noroeste de las Islas Británicas; el eglefino al oeste de Escocia o la cigala en la Península Ibérica, entre otras.

Respecto a los stocks para los que se han aprobado incrementos en sus capturas, muchos de estos resultan injustificados y desatienden las recomendaciones científicas. Entre otros, destacan el lenguado en el Canal de la Mancha oriental, la merluza en aguas de la Península Ibérica e Islas Azores, el arenque en el Mar de Irlanda o la solla en el Canal de la Mancha occidental.

Este tipo de gestión en la que año tras año se consiente por parte de la Comisión, Consejo y Estados Miembros. Las capturas y esfuerzo pesquero excesivos, por encima de las posibilidades reales de pesca, explican la sobreexplotación actual de las poblaciones. A esta situación hay que añadir que en algunos casos estos TAC no son respetados y las capturas realizadas resultan significativamente mayores a las acordadas.

El tiempo para alcanzar los compromisos internacionales que exigen alcanzar el rendimiento máximo sostenible en 2015 comienza a agotarse. Muchas de las especies carecen de medidas reales que permitan alcanzar dicho objetivo; actualmente, todavía en el 72% de los stocks se lograría capturar más peces si se pescase menos. De hecho, sólo hay 11 stocks que no sean objeto de sobrepesca en el Atlántico Noreste, mientras que 22 se encuentran fuera de los límites biológicos de seguridad, 14 stocks presentan recomendaciones de cese de la actividad y el resto se encuentran sobreexplotados.

De acuerdo con Javier López, científico marino de Oceana, “Si durante la última década la Unión Europea hubiera apostado por una gestión sostenible ahora estaríamos pescando más y mejor. Lamentablemente, las medidas aprobadas siguen mostrar un compromiso con la sostenibilidad de los recursos”.

Recomendaciones de Oceana sobre la propuesta de la Comisión Europea para 2011