Oceana pide cuotas con criterios científicos tras conocerse que más de 2/3 de los recursos pesqueros europeos están sobreexplotados
En aguas de la Península Ibérica especies como el boquerón, bacaladilla, merluza, gallo, o besugo son capturados al margen de las recomendaciones científicas.
Press Release Date: mayo 25, 2011
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La organización internacional de conservación marina presenta mapas de riesgo que muestran la falta del cumplimiento de las recomendaciones científicas.
Oceana ha dado a conocer hoy sus mapas de riesgo para las principales especies pesqueras europeas en los que se muestra el estado crítico de muchas de ellas, debido a una gestión alejada de las recomendaciones científicas. Este estudio da respuesta a la comunicación sobre oportunidades pesqueras para 2012 anunciada este mediodía por la Comisión Europea, que incluye una evaluación del estado de los stocks europeos y describe los principios sobre los que se basará su futura propuesta que se difundirá en septiembre. Oceana muestra su preocupación respecto a la generalizada sobreexplotación de los recursos pesqueros europeos.
La Comisión afirma que la sobrepesca para los stocks europeos cuyo estado se conoce es tan grave que el 63% de los stocks del Atlántico y el 82% del Mediterráneo están sobreexplotados por encima de límites sostenibles, de modo que muy pocos stocks están siendo pescados de forma responsable. Además, y en gran medida a causa de las inexactas declaraciones de capturas, no existen recomendaciones científicas para dos tercios de los Totales Admisibles de Capturas (TAC) en aguas atlánticas. Así, las medidas de gestión establecidas para estos casos son dudosas y de ningún modo pueden garantizar la sostenibilidad.
“Calificar de ‘gestionados’ a muchos de estos stocks es bastante ridículo teniendo en cuenta que se han ignorado las recomendaciones científicas. Estos mapas de riesgo ilustran la gravedad del problema”, afirma Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa.
Oceana considera que la sobrepesca y el agotamiento de los stocks se deben en parte al establecimiento de niveles de esfuerzo pesquero y oportunidades (TAC) demasiado elevados para que sean sostenibles. Esto es debido a que las decisiones finales se basan más en criterios políticos y no tanto en recomendaciones científicas. Así, en 2011 los TAC adoptados por el Consejo para gestionar los stocks atlánticos han sido alrededor de un 23% más elevados que los recomendados por los científicos para asegurar su explotación sostenible de acuerdo con el enfoque de precaución. Esta situación dificulta la recuperación de los stocks agotados y sobreexplotados.
Así, por ejemplo, en aguas atlánticas de la Península Ibérica algunos stocks de especies tan comunes como el boquerón, bacaladilla, merluza, gallo, jurel o besugo son capturados en cantidades que superan las recomendaciones científicas de explotación sostenible.
“Las decisiones que se tomen sobre las oportunidades pesqueras y otras medidas de gestión deben basarse en el mejor conocimiento científico disponible”, declara Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa. “Escoger qué recomendaciones se siguen y cuáles se ignoran compromete el estado de conservación de los stocks, reduce su productividad potencial y amenaza la viabilidad social y económica de la pesca a largo plazo”.
Las medidas de gestión puestas en práctica por la UE para muchos stocks han contravenido sistemáticamente los compromisos europeos e internacionales sobre la explotación sostenible de los recursos pesqueros y la adhesión al Rendimiento Máximo Sostenible (RMS, MSY por sus siglas en inglés). De hecho, entre los stocks europeos solo el 13% de los atlánticos y el 18% de los mediterráneos están en el MSY o en transición a este objetivo, lejos del compromiso internacional aceptado por la UE y los Estados miembros de que todos los stocks alcancen el MSY en 2015.
Oceana señala que la próxima reforma de la Política Pesquera Común representa una oportunidad crucial para establecer un marco legal sólido que permita avanzar hacia una gestión más responsable y sostenible de las pesquerías, que realmente se base en las recomendaciones científicas.