Oceana lanza una expedición para evaluar los efectos a largo plazo del desastre del Golfo de México
Se identificarán posibles rutas de expansión del crudo, se realizarán pruebas para detectar la contaminación no visible y se marcarán tiburones y tortugas migratorias.
Press Release Date: julio 20, 2010
Location: Madrid
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El oceanógrafo Xavier Pastor liderará un equipo científico apoyado por un robot submarino (ROV) de alta definición y submarinistas especializados.
Oceana anuncia el lanzamiento de su Expedición Golfo de México 2010, que reunirá un equipo de científicos de ambos lados del Atlántico con experiencia en los vertidos petrolíferos más graves de las últimas décadas. El objetivo es ir más allá del trabajo desarrollado por otras organizaciones evaluando el impacto del vertido de BP a largo plazo. Así, se identificarán posibles rutas del crudo para ver su repercusión en hábitats sensibles y se marcarán especies migratorias para comprobar si tienen capacidad de esquivar las zonas contaminadas.
Oceana es una de las escasas organizaciones internacionales dedicada exclusivamente a conservación marina. Para esta campaña ha fletado el Oceana Latitude, un barco para expediciones de 51 metros de eslora con capacidad de navegar tanto en aguas someras como profundas y adaptado para servir de plataforma de buceo. El buque de investigación partirá de Fort Lauderdale (Florida) dentro de dos semanas y trabajará intensamente durante dos meses en la región del Golfo de México.
En él irá un equipo de submarinistas profesionales que incluyen fotógrafos y videocámaras de reconocido prestigio internacional. Además, la organización empleará dos robots submarinos (ROV), uno de ellos con capacidad de sumergirse a mil metros y grabar en alta definición. El objetivo de estas imágenes es documentar la presencia de vertido en la columna de agua y la costa, y analizar el impacto en la fauna y la flota, entre ellos corales de aguas someras y los de profundidad situados al oeste de Florida y en otras zonas del Golfo de México, incluidas las lindantes con aguas de Cuba.
La expedición será dirigida por el oceanógrafo Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana Europa, con amplia experiencia en la respuesta a otras mareas negras. Por parte de Estados Unidos se incorporarán al equipo de la expedición los doctores Mike Hirshfield, Director de Ciencia de Oceana y responsable del equipo científico en la expedición; y Jeff Short, uno de los mayores expertos mundiales en vertidos que participó en las labores de limpieza del Exxon Valdez y continúa hoy en día trabajando en sus repercusiones.
“La expedición pretende medir el impacto a largo plazo del vertido y detectar la contaminación que en estos momentos está pasando desapercibida”, explica Xavier Pastor. “Identificaremos los ecosistemas que ya han sido afectados y aquellos que pueden estar en peligro si el petróleo es capturado por corrientes y transportado hacia el sur de Florida y norte de Cuba, así como aquellos que puedan verse gravemente afectados en el área si se repiten este tipo de accidentes en el futuro. Toda esta información se pondrá a disposición de instituciones científicas y gubernamentales y servirá para avalar campañas de presión a las autoridades para cambiar el modelo energético a favor de las energías limpias”.
El proyecto incluye el marcaje de tiburones y tortugas marinas con el fin de hacer seguimiento de sus migraciones y ver si son capaces de evitar las aguas contaminadas. Del mismo modo, se tomarán muestras de peces para analizar sus niveles de contaminación de hidrocarburos. El golfo de México es un área crítica para la reproducción y alimentación de numerosas especies, entre las que se encuentran algunas tan amenazadas como el atún rojo. La zona afectada es el único lugar del mundo, además del Mediterráneo, donde se reproduce esta especie.
El equipo de científicos realizará también muestreos de sedimentos, larvas, plancton y agua. Para ello se emplearán dragas y redes tipo bongo en colaboración con universidades de los Estados Unidos.
Oceana ya documentó el frágil ecosistema de las Bahamas durante su Expedición Transoceánica de 2005 a bordo del catamarán de investigación Oceana Ranger. Entonces se estudió con ayuda de científicos marinos y submarinistas la difícil situación de especies como el mero de Nassau, los tiburones, las tortugas y los corales de estas aguas, lo que permitió reunir datos científicos para avalar propuestas de conservación de la organización en las que se continúa trabajando en la actualidad.
Desde la declaración del vertido, Oceana está instando al Congreso y el Gobierno de Estados Unidos a prohibir nuevas prospecciones en el mar. Además, ha comenzado a elaborar informes sobre el impacto del derrame en diversas especies de la zona.
En el campo energético, Oceana desarrolla una intensa campaña a favor de la energía eólica marina y es una de las pocas organizaciones no gubernamentales que ha estudiado de forma monográfica problemas como la acidificación del agua marina por el aumento de las emisiones de CO2 y su impacto en corales y organismos marinos con estructura calcárea. Oceana se ha opuesto a las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo, en particular en aguas españolas e italianas.