Oceana investigators uncover scandalous fishing practices: a large fleet of illegal driftnetters operate from sicilian and calabrian ports
Calabria y Sicilia son las regiones italianas que en mayor medida contribuyen a la ilegalidad en el uso de este arte de pesca prohibido.
Press Release Date: agosto 19, 2013
Location: Madrid
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La semana pasada, un equipo de investigadores de Oceana realizó un viaje en automóvil más de 2.000 kilómetros por carreteras costeras del Sur de Italia y Sicilia. Durante cinco días recorrieron minuciosamente todos los puertos de las regiones de Campania y Calabria, en la península italiana, y las costas norte y oeste de Sicilia. Incluso algunos de los puertos más minúsculos de esta zona del país se han descubierto como refugio de docenas de rederos de deriva ilegales de todos los tamaños.
El equipo de Oceana estaba formado por un biólogo marino especialista en artes de pesca, un cámara de video y un fotógrafo, todos ellos miembros de la tripulación del Oceana Ranger. Su barco permaneció atracado en el puerto de Agropoli durante los días de luna llena, en los que los rederos de deriva interrumpen su actividad y vuelven a sus puertos base de forma masiva. Con el fin de inventariar el máximo número de barcos que utilizan ilegalmente redes de deriva para la captura de pez espada, los miembros de Oceana decidieron combinar los patrullajes que a lo largo de las últimas semanas está llevando a cabo su catamarán de investigación con una inspección realizada directamente en los puertos.
A lo largo de la investigación el equipo de Oceana visitó 20 puertos. En 12 de ellos pudo detectar al menos 37 rederos de deriva presuntamente ilegales, con red a bordo o con evidentes instalaciones para ocultarlas. Cualquier redero de tamaño pequeño y que llevase a bordo red que pudiese no exceder los 2.5 km autorizados por el decreto del gobierno italiano fue excluido de la lista. La estimacion de longitud de redes se hizo de forma conservadora. Según Oceana, se prefirió excluir de la lista a barcos que muy posiblemente eran ilegales pero sobre los que no se tenía una certeza total de su ilegalidad. A los barcos detectados en puerto se tienen que añadir los 9 barcos que el Oceana Ranger interceptó faenando en el mar, lo cual hace ascender el número de rederos de deriva descubiertos hasta el momento a 46.
“El resultado ha superado, lamentablemente, todas nuestras predicciones—afirma Xavier Pastor, director de la expedición. Los puertos de Calabria y Sicilia están llenos de pesqueros cargados hasta la borda de redes de deriva y boyas de iluminación de las mismas, y cuyas popas están dotadas de los inconfundibles carreteles de tres ruedas que permiten el manejo de las redes prohibidas”.
Los miembros de Oceana han podido documentar los diversos trucos utilizados por los armadores ilegales para intentar burlar a los inspectores. Muchos de los pesqueros llevan, además de las redes, anzuelos de palangre para justificar que han realizado sus capturas con estos. Otros armadores han convertido sus barcos arrastreros en rederos de deriva, pero conservan la arboladura, los grandes carreteles de cable de acero e incluso los aparejos de arrastre en cubierta para confundir a quienes les observan desde lejos. Además, la mayor parte de los rederos de mayor tonelaje cubren las cubiertas de sus barcos de las miradas curiosas, rodeándolas de un carenado de tablero y lona que impiden ver los kilómetros de red que acumulan en popa.
Los investigadores de Oceana disponen de imágenes de la descarga, en algunos puertos, de pez espada o atún directamente desde los pesqueros a camiones frigoríficos que se colocan en el muelle junto al barco. Desde alli, sin pasar ningún control, los camiones salen hacia circuitos piratas de comercialización del pescado capturado ilegalmente. Oceana ha seguido a alguno de estos camiones y ha podido comprobar cómo se introducía en el sótano de un edificio privado de viviendas, cerca de Cetraro Marina, a través de una verja protegida por numerosos perros pastores alemanes.
Además, muchos de los armadores y tripulantes de los barcos que han sido sorprendidos en las sucesivas investigaciones de Oceana utilizando redes de deriva, se han repartido más de 200 millones de euros en forma de subsidios que la Unión Europea destinó a subvencionar la retirada de las redes de deriva y sustituirlas por artes más selectivas.
Oceana está haciendo llegar toda esta información de manera detallada a las autoridades italianas y comunitarias. La misma forma parte de un extenso informe que Oceana prepara para remitir a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo, la Oficina de Control de Fraude de la Unión Europea (OLAF) y el nuevo gobierno italiano. Este último, que ha heredado la situación actual, tiene la obligación de restablecer la legalidad en la actividad pesquera italiana de forma inmediata.
“Si un grupo de voluntarios de una organización no gubernamental es capaz de realizar en una semana una investigación que pone en evidencia la presencia de rederos ilegales en los puertos y la descarga en los mismos de especies cuya captura está prohibida con estos artes, es lícito pensar que las instituciones del estado italiano podrían llevar a cabo esta actividad de forma mucho más eficaz”, ha declarado Xavier Pastor, director de Oceana en Europa. “Solo es necesario que el nuevo gobierno ponga en marcha los mecanismos que obliguen al cumplimiento de la legislación pesquera”.