Oceana halla altos niveles de fraude en las pesquerías danesas
Los análisis muestran que el 18% de las muestras vendidas como bacalao eran eglefino o carbonero.
Press Release Date: septiembre 19, 2014
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Un estudio de Oceana, el periódico danés Søndagsavisen y el programa de televisión Go’Aften Denmark ha arrojado que el 18% de las muestras de bacalao vendidas en las pescaderías no son bacalao, sino eglefino o carbonero. En total, se tomaron 120 muestras en pescaderías, supermercados y restaurantes de la región de Copenhague para someterlas a análisis de ADN.
En el estudio destacan los altos niveles de fraude en las pescaderías, lo que demuestra los agujeros del sistema de trazabilidad y la cadena de custodia en Dinamarca. Anteriores estudios realizados en otros países europeos han mostrado niveles tanto mayores (32% de media en Italia[1], 30% de toda la merluza en España[2], 19% del bacalao en Irlanda[3]) como menores (3,5% en Francia[4], 6% en el Reino Unido[5]) que el realizado en Copenhague.
“El fraude en el pescado es una práctica extendida por toda Europa por las debilidades del sistema de trazabilidad y por los escasos controles de las autoridades responsables del etiquetado del pescado. Además de ser un engaño a los consumidores, el fraude crea un agujero en el mercado por el que se cuelan las capturas ilegales, socavando así los esfuerzos mundiales de conservación”, afirma María José Cornax, responsable de pesca de Oceana en Europa.
Aunque el eglefino y el carbonero están muy relacionados con el bacalao, es fraudulento venderlos al consumidor como bacalao. Estas dos especies suelen ser más baratas que el bacalao, lo que representa una pérdida económica para el cliente. La falta de trazabilidad en la pesca es un grave problema para los consumidores, ya que con el actual sistema de etiquetado a menudo dificulta saber dónde y cómo se ha capturado el pescado. Considerando por ejemplo el bacalao, hay aguas donde se encuentra en gran abundancia y otras –como el Mar del Norte– donde se halla en muy mal estado.
“Es lamentable que se haga creer a los consumidores daneses que están comprando bacalao y en muchos casos estén pagando un sobreprecio por eglefino y carbonero. Los consumidores deberían tener el derecho de saber no solo qué especie de pescado compran, sino también cómo y en qué zona se ha capturado para poder hacer elecciones ambientalmente responsables”, señala Hanna Paulomäki, project manager de la oficina de Oceana en el Báltico.
Con anterioridad, Oceana desarrolló amplios estudios sobre el fraude en el pescado en Estados Unidos –el mayor análisis de su clase– y en Francia, en colaboración con Bloom.
[1] FSAI (March 2011)
[2] Miller, D D & Jessel, A & Mariani, S (2012);
[3] García-Vazquez, E. (2010);
[5] Filonzi, L. et al (2010)