Oceana denuncia el fracaso de CITES a la hora de proteger los corales

La organización internacional de conservación marina espera que las propuestas de tiburones sí se aprueben

Press Release Date: marzo 22, 2010

Location: Madrid

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Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina

Oceana, la organización internacional de conservación marina, manifiesta su indignación respecto a la decisión tomada esta tarde en la 15ª Conferencia de las Partes de no incluir 31 especies de corales rojos y rosas en el Apéndice II de la Convención Internacional de Comercio de Especies Amenazadas (CITES). Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa, afirma: “Este es un ejemplo más de cómo CITES falla a la hora de proteger especies marinas amenazadas. Los corales rojos y rosas se recolectan cada vez más por la creciente demanda de la joyería y el mercado de souvenirs. Sin embargo, no han recibido la protección comercial prometida en la última Conferencia de CITES, hace más de dos años y medio”.

Aguilar advierte de que “la recolección y el comercio no regulados y virtualmente sin gestionar de estas 31 especies les están conduciendo a la extinción. La captura de coral rojo y rosa ha caído más de un 80% en los últimos 50 años. Se trata claramente de un fallo de CITES en la protección de algunos de los organismos marinos más pequeños. La decisión de hoy sienta un terrible precedente para las futuras propuestas de CITES sobre especies marinas”.

Los corales y CITES: Desde el 13 al 25 de marzo, representantes de 175 países se encuentran reunidos en Doha, Qatar, para asistir XV Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Durante estas dos semanas, los países deciden sobre la inclusión de 31 especies de corales rojos y rosas en el Apéndice II de CITES. La inclusión en el Apéndice II implica la exigencia de permisos de exportación para asegurar que las especies se capturaron en pesquerías legales y sostenibles.

Estos corales pueden encontrarse en aguas tropicales, subtropicales y templadas de todos los océanos, y entre los 10 y 5.000 metros de profundidad. Muchas especies de corales preciosos tienen una gran longevidad, llegando a sobrepasar los 100 años, y un crecimiento muy lento que no suele superar un milímetro de grosor al año.1 Estas características biológicas hacen a sus colonias muy vulnerables a la explotación y destrucción, además de limitar considerablemente su posterior recuperación.

Los corales preciosos han sido fuertemente explotados en todo el mundo por las industrias de joyería, bisutería y souvenirs, así como en algunos preparados homeopáticos. La sobreexplotación ha provocado que algunas especies hayan sufrido caídas de casi un 70% en su producción en las últimas décadas.2 A la recolección directa de estas especies hay que incluir otros impactos que están mermando sus poblaciones, incluyendo la pesca profesional en lechos coralinos y los impactos del cambio climático, como el incremento de la temperatura del agua y el aumento de la acidificación marina.