Oceana contra el proyecto de sondeos sísmicos frente a la Costa Brava
Las detonaciones de aire comprimido llegan a reducir las capturas pesqueras en un 50% y causan daños auditivos permanentes a ballenas y otras especies
Press Release Date: febrero 15, 2013
Location: Madrid
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Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina
El área afectada se sitúa junto a una zona designada para ser protegida dentro de la Red Natura 2000, que engloba lugares de la UE de alto valor ecológico
La organización internacional de conservación marina Oceana lamenta los permisos concedidos por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo a la compañía británica Capricorn Spain Limited para hacer exploraciones sísmicas, un tipo de actividades que llega a reducir las capturas pesqueras a la mitad[i] y amenaza la pesca comercial y recreativa. En el área designada, situada frente a la Costa Brava, viven numerosas especies amenazadas y protegidas, como cachalotes, tortugas y delfines, que sufren pérdidas auditivas y huyen de los lugares donde se realizan este tipo de pruebas.
“No hace falta detallar lo que podría suceder ante un vertido, porque todos recordamos lo sucedido en el Golfo de México y no es ese el futuro que queremos para la Costa Brava”, declara Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa. “Pero lo que muchos no saben y de lo que se habla poco es de los enormes daños causados por los tests sísmicos, antes incluso de que hayan empezado las perforaciones. La pesca disminuirá en la zona por el desplazamiento de los stocks y los daños producidos a huevos y larvas. Especies protegidas, como ballenas, delfines y tortugas, serán expulsados de sus lugares de cría y alimentación y en el peor de los casos sufrirán daños en el organismo o incluso podrán morir”.
Durante casi tres meses, una embarcación de gran tamaño, dotada de un cañón para detectar bolsas de petróleo y gas bajo el lecho marino, generará explosiones de aire comprimido que alcanzarán kilómetros de distancia bajo el agua. Estas pruebas sísmicas producirán un ruido ensordecedor, 100.000 veces más intenso que un avión a reacción, cada 10 segundos, 24 horas al día. El área de exploración comprende 11.519 km2 –casi como las provincias de Gerona y Barcelona juntas– y se sitúa en el Golfo de León, frente a las costas de Cataluña y Baleares. Situada entre el Cabo de Creus (13 km al norte) y Menorca (30 km al sur), sumará más presión a las costas catalanas, que ya sufren una intensa actividad de hidrocarburos y vertidos recurrentes.
“Es absurdo que se hayan aprobado permisos sísmicos en un área con una biodiversidad tan rica y tan cercana a lugares turísticos”, señala Silvia García, científica marina de Oceana. “Una vez más, han primado los intereses económicos a corto plazo de la industria sobre la defensa del patrimonio natural. Es algo que debería indignar a pescadores y operadores turísticos, sobre todo cuando existen tantas alternativas más limpias y menos dañinas, como la energía eólica. Es vergonzoso que se aprueben nuevos proyectos de energías contaminantes al tiempo que se vuelven a recortar las primas a las renovables”.
La zona de exploración se sitúa junto a un área marina que va a ser protegida dentro del proyecto LIFE+ INDEMARES, financiado con dinero del contribuyente por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y por la Comisión Europea. Aunque las explosiones no tendrán lugar dentro de ella, el sonido la atravesará y afectará a la vida marina. A ello hay que añadir que, si se detecta petróleo y se produce un vertido, los daños podrían ser irreversibles y amenazar a las poblaciones de la costa.
[i] Scientific synthesis on the impacts of underwater noise on marine and coastal biodiversity and habitats. Report by the Subsidiary Body on Scientific, Technical and Technological Advice, Convention on Biological Diversity (United Nations Environment Programme).