Oceana anima a Portugal a ampliar la Red Natura 2000 para proteger sus montañas submarinas
A pesar de que Portugal cuenta con el mayor número de montañas submarinas del Atlántico Nordeste, tan sólo 3 de ellas están protegidas.
Press Release Date: marzo 29, 2011
Location: Madrid
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Marta Madina | email: mmadina@oceana.org | tel.: Marta Madina
En 2005 Oceana fue la primera organización en documentar mediante fotografías y vídeo la montaña conocida como Gorringe, al suroeste del Cabo San Vicente, donde identificó 36 especies nunca antes mencionadas para estas montañas.
La organización internacional de conservación marina Oceana solicita al gobierno portugués que amplíe la Red Natura 2000 y proteja sus montañas submarinas. A pesar de que Portugal tiene la mayor superficie marina de la UE y de que cuenta con el mayor número de montañas submarinas del Atlántico Nordeste, en la actualidad tan sólo 3 montañas submarinas (Banco D. João de Castro, Menez Gwen y Lucky Strike), todas ellas en los alrededores de las islas Azores, están protegidas e incorporadas en la red europea de áreas protegidas conocida como Red Natura 2000.
Oceana considera que hay otras montañas submarinas en aguas bajo jurisdicción portuguesa que deberían igualmente ser incluidas en esta red, como es el caso de las montañas submarinas de Gorringe, Ampere y Seine. Como apoyo a esta propuesta, Oceana realizará una expedición este verano para recorrer algunas de estas montañas submarinas y muestrear y documentar con submarinistas y con un robot submarino sus cimas hasta los 1000 metros de profundidad.
Ya en el año 2005 Oceana documentó, mediante fotografías y vídeo submarino la cima de El Gorringe, montaña submarina situada a unos 250 km al suroeste del Cabo de San Vicente, donde se pueden encontrar tanto especies procedentes del Atlántico como especies propias del mar Mediterráneo. Durante la expedición realizada en la zona a bordo del catamarán de investigación Oceana Ranger, la organización identificó unas 36 especies nunca anteriormente mencionadas para estas montañas del Nordeste Atlántico. Los resultados fueron publicados en el informe “Las montañas submarinas de Gorringe”, en el que se realiza una primera caracterización de esta elevación submarina y que ha servido de inspiración para otras investigaciones científicas posteriores.
“Además de albergar especies que nadie había visto en esta zona, son espectaculares los bosques de quelpos que cubren la cima y los bosques de gorgonias que se forman sobre las laderas. La diversidad de especies, el elevado número de endemismos, así como la alta productividad en sus alrededores convierten al Gorringe en una de las montañas submarinas más singulares del Atlántico Este, por lo que su protección debe considerarse como una medida urgente”, explica Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa.
Es internacionalmente reconocida la importancia y vulnerabilidad de estos enclaves considerados “hábitats sensibles” y por lo tanto, claramente merecedores de un status especial de protección. Las montañas submarinas son un hábitat único donde se concentran altas densidades de larvas, constituyendo verdaderas “estaciones de paso” para muchas especies migratorias, como aves y cetáceos. La elevada diversidad y el gran número de especies endémicas hacen que estos lugares sean verdaderos puntos calientes de biodiversidad. Los ecosistemas presentes, como bosques de quelpos o laminarias, arrecifes de profundidad, jardines de gorgonias y campos de corales y esponjas, generan zonas de reproducción y cobijo para muchas especies de peces.
Aún así, Oceana advierte de la falta de información científica de estas cadenas montañosas y de la necesidad de continuar profundizando en su conocimiento, obteniendo de esta forma datos imprescindibles para que los gobiernos puedan desarrollar adecuados planes de gestión. La organización señala que el hecho de proteger y gestionar correctamente elevaciones sumergidas significa un gran beneficio tanto para las especies que habitan directamente en sus fondos como para aquellas presentes en la columna de agua. Así, delfines, tortugas marinas, tiburones y otros grandes pelágicos como túnidos se beneficiarían también de la protección de estas áreas.
Ana de la Torriente, científica marina de Oceana, señala que “el gobierno portugués debería ser consciente de la riqueza existente en sus montañas submarinas y desarrollar una red de áreas marinas protegidas que aseguren su conservación, elaborando un plan de gestión adecuado con medidas específicas. Además, el beneficio que generan las áreas marinas protegidas para las pesquerías es indiscutible; permiten un mayor crecimiento de las especies comerciales generando una mayor biomasa en las áreas adyacentes”.
Oceana dispone de fotografías e imágenes de vídeo