Millones de euros de la UE han servido para financiar nuevas redes de deriva, pese a estar prohibidas
Muchos de los rederos de deriva descubiertos por Oceana faenando ilegalmente habían recibido subvenciones de la UE para abandonar este método de pesca.
Press Release Date: agosto 19, 2013
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El consejo de Ministros de Pesca de la UE debatirá la próxima semana la gestión de las pesquerías en el Mediterráneo.
Oceana denuncia que la UE ha gastado decenas de millones de euros para eliminar las redes de deriva pero aun hay unos 200 barcos europeos utilizándolas.
“Es un fraude para los ciudadanos europeos que, a través de las instituciones públicas, han tenido que pagar enormes sumas de dinero para que se eliminaran las redes de deriva. El dinero ha sido gastado, pero las redes de deriva no han desaparecido. Muy al contrario, el dinero de los europeos ha sido utilizado para subvencionar la introducción de nuevas redes de deriva en Europa”, ha declarado Xavier Pastor, Director de Oceana para Europa.
En 1998 la UE acordó la prohibición de las redes de deriva en sus aguas y para sus flotas. De ese modo, cumplía el acuerdo alcanzado 7 años antes por Naciones Unidas. A pesar de ello, cerca de 200 buques europeos en el Mediterráneo siguen utilizando este dañino arte de pesca, a los cuales hay que unir otros 200 barcos más pertenecientes a países como Marruecos o Turquía.
Una de las principales razones para prohibir este método de pesca era la alta tasa de capturas accidentales que producía. En el Mediterráneo, sólo menos del 20% de las capturas realizadas corresponden a la especie objetivo, el pez espada, mientras el 80% restante son delfines, cachalotes, tiburones, peces luna y un largo número de especies marinas.
El país europeo más infractor es Italia, con alrededor de un centenar de buques faenando ilegalmente en el Mediterráneo con redes de deriva que pueden superar los 20 kilómetros de longitud. Italia ha invertido, con ayuda de fondos europeos, más de 200 millones de euros para la reconversión de esta flota, pero muchos de los pesqueros subvencionados, pese a haber recibido el dinero no, han abandonado el uso de las redes de deriva.
Tanto Italia como Francia (este último cuenta con 76 rederos ilegales), han intentado burlar la legislación europea cambiando de nombre a las redes que utilizan sus pesqueros. De ese modo, la red italiana ahora se llama “ferrettara”, mientras que la francesa es denominada “thonaille”. Italia ha financiado la utilización de la “ferrettara” con fondos destinados a la eliminación de las redes de deriva.
Durante los meses de julio y agosto el catamarán Ranger de Oceana navegó por el sur del Mar Tirreno y aguas de Cerdeña para comprobar si se estaba cumpliendo la legislación europea e internacional.
En unos pocos días encontró 37 barcos con redes de deriva; 18 de ellos habían recibido subvenciones con un monto total de 600.000 euros para abandonar este método de pesca.
En junio de este año, la Comisión Europea reconocía que el Gobierno italiano “no ha controlado ni inspeccionado satisfactoriamente la legislación europea”. Asimismo, tanto la Comisión Europea como el propio Consejo de Estado de Francia han dictaminado que las redes que utilizan los buques de este país baja la denominación de “thonaille” son redes prohibidas por las leyes de la UE.
Bajo este panorama, los ministros de pesca de los 25 países de la UE se reúnen la próxima semana en Bruselas para tratar, entre otros, este tema.
“Europa lleva 13 años incumpliendo las Resoluciones de Naciones Unidas sobre pesca con redes de deriva y, de no llegarse a un acuerdo definitivo en esta reunión para su eliminación, todo se habrá convertido en una gran burla al esfuerzo internacional y de los ciudadanos europeos”, ha declarado Xavier Pastor.
Oceana ha distribuido el Informe: “El uso de redes de deriva: Un fraude para Europa y una burla para Naciones Unidas”, a todos los Ministros de Pesca de la Unión Europea.